Los avatares judiciales de su yerno son uno de los principales dolores de cabeza políticos para el rey. Sin embargo no ha sido Urdangarín el que ha puesto a Borbón ante la peor situación para el chollo que ostenta desde que se coronó en y por la dictadura de Francisco Franco. Ha sido él mismo. Durante el año 2012 el propio titular de la corona ha permitido, por primera vez desde su entronización por las Cortes de la dictadura, que los españoles le viéramos tal y como es. El resultado no ha tardado en verse reflejado en las encuestas de opinión. La imagen de la monarquía cae a pasos agigantados. Y lo peor para su supervivencia: que a menos edad de los ciudadanos peor imagen tiene. Dicho de otro modo: el futuro chollo de Felipe VI está amenazado. También trabajan denodadamente a favor de la futura plena democracia, la república, los servicios de la Casa del Rey, que no cesan de meter la pata una vez y otra. La última, con el intento de entrevista con Jesús Hermida que resultó un esperpento. No fue entrevista ni nada. Veinte escasos minutos de intento de publicidad monárquica que se convirtió en antimonárquica al no oír el televidente ni una palabra sobre su pareja de hecho, la famosa Corina, su inexistente matrimonio –excepto por el teatro debido- con Sofía, sus matanzas de animales, su yerno dedicado a negocios obscuros… Ni una palabra. Lo peor para la imagen del rey sin embargo no fue todo esto sino comprobar –una crueldad innecesaria- que el pobre anciano necesitó casi tres horas para que TVE pudiera sacar veinte minutos que pudieran emitirse. En fin, este mes de nuevo tendremos el gran espectáculo de Urdangarín en Palma. Es la parte más visible e irritante de la monarquía y su corte familiar. Pero no será solamente él el que acabe con la corona de los Borbones. Tiene al lado a toda su familia política para conseguirlo.
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