Este jueves se celebra el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza y las cifras de Balears son ciertamente preocupantes. Según un estudio de Oxfam Intermon, el alto nivel de vida y los precios de la vivienda y el alquiler condenan a muchas familias, que tienen trabajos estables, a vivir en el umbral de la pobreza o directamente dentro de la marginalidad. De hecho, Balears es una de las comunidades con más trabajadores que no llegan a final de mes y que tienen que hacer auténticos malabarismos para poder subsistir. Según este informe, en las Islas hay 54.281 trabajadores pobres, lo que representa el 9,6 % del total. Son unas estadísticas demoledoras que ponen de manifiesto que Balears se ha convertido en un territorio excluyente para millares de personas y familias, que a pesar de tener un empleo apenas pueden permitirse una vida digna. De hecho, muchos de ellos destinan el 80 % de su salario, o incluso más, a pagar el alquiler de una vivienda, lo que les condiciona de forma dramática.
Puede empeorar.
Uno de los datos más preocupantes, con todo, es que la situación, lejos de haber tocado techo, puede empeorar en los próximos meses, lo que implicaría que el número de familias en situación de pobreza va en aumento. Ante esta situación, es una evidencia que la construcción de vivienda pública, entre otras medidas, debería acelerarse.
Más sintecho que nunca.
Un dato objetivo es que nunca, en Palma, se habían visto a tantos sintecho pernoctando en la calle, en cajeros o en pisos okupados. También están proliferando de manera alarmante los asentamientos en diversos puntos de la periferia de Ciutat, donde estas personas excluidas malviven en unas condiciones higiénicas lamentables. La lacra de la pobreza, en su Día Mundial, lejos de estabilizarse amenaza con convertirse en una crisis sin precedentes. También en Balears.