El caso del bebé que fue arrojado con vida este jueves a un contenedor de basura de Porto Cristo, y del que informó en primicia Ultima Hora, es una historia escalofriante que debe ser investigada sin descanso por nuestras autoridades, hasta depurar todas las responsabilidades penales. Lo más grave del asunto es que todo apunta a que la criatura estaba con vida cuando fue dejado en el recipiente, lo que supone que las personas implicadas sabían que actuando de esa manera estaban sentenciando a muerte al pequeño, ya que era un recién nacido prematuro que no tenía ninguna posibilidad de vivir en aquel punto de basura. La oportuna aparición de una vecina, que detectó algo extraño entre las sombras, ha permitido desenmascarar este macabro suceso, que de no ser así posiblemente nunca hubiera sido descubierto.
Una tremenda sangre fría.
A medida que trascienden detalles de lo ocurrido, queda más de manifiesto la tremenda sangre fría con la que actuaron los supuestos autores del abandono del bebé. Había caído la noche, estaba lloviznando y las temperaturas habían bajado de forma significativa. El conductor aprovechó esa coyuntura para acercarse a los cubos, a pesar de que corría el riesgo de que alguien lo descubriera, ya que en las inmediaciones se encuentran edificios y viviendas habitadas. El caso, ayer noche, ya había causado cierta alarma entre el vecindario.
Las cámaras, claves.
Al tratarse de un núcleo turístico, Porto Cristo cuenta con determinadas cámaras de seguridad y de tráfico, en puntos estratégicos, que ahora pueden ser claves a la hora de determinar quién arrojó al bebé prematuro. La Policía Nacional, que se ha hecho cargo de la investigación en estrecha colaboración con la Policía Local, está tratando por todos los medidos de desvelar la matrícula del coche, que será determinante para detener al conductor. La gravedad del caso es tal que la investigación debe tener una prioridad absoluta.