El texto de la futura ley turística, el marco legal que debe marcar el futuro de la principal industria de Baleares, introducirá una enmienda de importancia capital para garantizar esta iniciativa legislativa del Govern. Dentro de la dinámica que marca la necesidad de plantear la reducción en el número de plazas de la oferta hotelera y de alquiler vacacional, el acuerdo presentado ayer –promovido desde Proposta per les Illes (PI)– con respecto a la reconversión en edificios residenciales los hoteles obsoletos es, sin duda, uno de los puntos más importantes del texto, ya que garantiza la viabilidad de los objetivos que se persiguen.
Evitar la degradación.
Con demasiada frecuencia, las leyes acaban convirtiéndose en meras declaraciones de intenciones políticas; respetables, por supuesto, pero que quedan varadas ante la realidad. Sacar del mercado plazas turísticas es una reclamación asumida valientemente por el propio sector, como quedó patente con la participación de las principales patronales en la presentación de la ley. En este sentido, también cabe destacar el papel que ha jugado Iago Negueruela. El conseller balear de Model Econòmic, Turisme i Treball ha puesto de manifiesto su capacidad de negociación y habilidades para alcanzar acuerdos con otras formaciones políticas e intentar aglutinar todas las sensibilidades.
Negueruela y Melià.
La presentación del acuerdo revela el enorme grado de transversalidad logrado en las negociaciones de la ley turística, tanto por parte del Govern como por parte del PI para lograr la coincidencia de intereses en una cuestión tan delicada como esta. Negueruela ha tendido la mano y la formación que lidera Melià ha logrado ejercer el papel de puente en un tema crucial que afecta al futuro de nuestro sector turístico y, por extensión, del conjunto de Baleares.