No hay 'scroll' en TikTok o en Instagram en el que no se cuele un vídeo de alguno de los productos virales de SharkNinja y su nueva máquina de granizados y bebidas heladas, Ninja Slushi, se lleva la palma. Hemos probado el dispositivo tecnológico de moda para este verano y ahora no podemos pasar un sábado de piscina sin él.
Se trata de un dispositivo 'plug and play' de manual. Es decir, basta con enchufar la máquina, introducir un líquido, dar al programa preestablecido que corresponda y dejar que haga su trabajo hasta que -en un periodo de poco más de media hora, dependiendo del modo- tengas tu bebida lista. En el caso de que te guste con un poco más o menos de hielo, tienes también una botonera que se dedica exclusivamente a controlar ese nivel de frio. Sin líos ni preconfiguraciones largas y pesadas. Es tan fácil de usar que no da pereza sacar la máquina y disfrutar de ella casi a diario.
Gracias a su cilindro de refrigeración, la tecnología RapidChill y un compresor silencioso -bautizado como Whisperchill-, congela el líquido de manera uniforme y mantiene la temperatura óptima durante 12 horas sin aguarse. La barrena de plástico que se coloca alrededor del cilindro mantiene el líquido en movimiento y consigue que siempre tenga la misma textura -sin que las bebidas queden nunca aguadas-.
De la tienda o el bar de barrio a tu casa
SharkNinja trae a nuestras casas un producto que hasta ahora había estado reservado a las tiendas y la experiencia es fantástica. Ahora podemos hacer granizados, cócteles helados, zumos helados, 'frappés' o batidos sin esfuerzos y sin poner límites a nuestra imaginación. Desde refrescos a frutas naturales, pasando por mezclas con bebidas alcohólicas o los mejores cafés... Y todo sin necesidad de echar hielo a la máquina. El dispensador, con sistema de palanca, pone la guinda a la experiencia.
El depósito tiene una capacidad de 2,5 litros, aunque se recomienda no llenarlo a más de 1,9 litros. Lo que serían -al cambio- unas 7 bebidas cada vez que se prepara. En la 'review' hemos probado a rellenar el depósito cuando se encontraba a la mitad de su capacidad para intentar que durante toda una mañana de piscina con amigos estuviese siempre operativa y el resultado es perfecto.
Otra de sus ventajas es su fácil sistema de limpieza. Cuenta con un modo 'enjuague' que nos permite echar agua y que el cilindro de refrigeración se limpie casi por completo sin que hagamos nada. Tras ello, se desmontan fácilmente tres de sus piezas de plástico, que podemos meter en el lavavajillas o lavar a mano sin mayor complicación.
Para un público muy concreto, pero efectivo
Está claro que no es un producto para todos los públicos, ya que sus 350 euros de precio lo convierten en algo bastante exclusivo y dirigido a un perfil de usuario muy concreto, pero no cabe duda de que es tremendamente efectivo cuando ese 'match' ocurre. El efecto 'wow' está garantizado y eso en una terraza de un chalet con una buena afluencia de gente durante el verano hace que se amortice rápidamente.
Digamos que la Ninja Slushi viste cualquier fiesta, con un diseño elegante y una experiencia de uso extremadamente agradable. El único 'pero' que le podemos poner, más allá del precio del producto, es su peso: 13,5 kilogramos. Es cierto que una vez que la pones en marcha no hay que moverla para nada, pero el tener que desplazarla para guardarla después de su uso, por ejemplo, se hace un pelín más tedioso por el peso.
En resumen, un producto que va a convertirse en el éxito viral del verano... ¡con razón! El precio será una barrera importante, pero si logra llegar a su público objetivo va a convertirse en uno de los dispositivos de moda del verano.