La práctica de compartir la contraseña de un servicio de 'streaming' como Netflix va contra la ley en Reino Unido, según ha expuesto la Oficina de Propiedad Intelectual del país, empezando por que se incumple el contrato adquirido con la plataforma.
Netflix lleva un tiempo persiguiendo la compartición de cuentas, la práctica con la que un usuario paga una suscripción y da acceso a ella a otras personas cercanas, con quienes comparte los costes. Generalmente se hace con el plan 'premium', que permite el uso simultáneo de cuatro dispositivos.
Sin embargo, esta empresa recoge en sus términos de uso que solo los convivientes, los que viven juntos en el mismo hogar, pueden usar la misma cuenta, dejando fuera la opción de que amigos o familiares con otros domicilios compartan cuenta.
Esta práctica es además ilegal en Reino Unido, según ha explicado la Oficina de Propiedad Intelectual este martes a BBC. Los motivos son varios y abarcan tanto el derecho civil como el penal.
Por la vía penal, cita el incumplimiento de los términos del contrato adquirido con Netflix al aceptar la creación de la cuenta, así como "el fraude o la infracción secundaria de derechos de autor", en tanto que se da acceso a otras personas a obras protegidas sin que paguen por ello.
Por la vía civil, la Oficina señala que es el propio servicio el que debe tomar medidas al respecto si detecta que se está compartiendo una cuenta. Pero por el momento, Netflix no contempla las acciones legales.
Sí ha empezado a implementar distintas opciones, como un nuevo plan de suscripción más asequible con anuncios, la posibilidad de transferir un perfil a una nueva cuenta o cobrar un extra al titular por cada miembro adicional que la use a modo de subcuentas.