Medio ambiente

Macu Férriz, experta en polillas: «No hay ninguna plaga de mariposas gigantes, solo se trata de algunas especies grandes que migran»

La supuesta invasión de polillas enormes no es tal: en Baleares, esta presencia es habitual y pasajera, según ha explicado la especialista a Ultima Hora

Macu Férriz, experta en polillas: «No hay ninguna plaga de mariposas gigantes ni han mutado, solo algunas especies grandes que m

Un ejemplar de polilla | Foto: Pixabay

| Palma |

La alarma generada en los últimos días por la presencia de polillas de gran tamaño en diferentes puntos de España, incluidas zonas de Baleares, ha sido desmentida por expertos en lepidópteros. En declaraciones a Ultima Hora, Macu Férriz, especialista en mariposas nocturnas, aclara que «no hay una plaga ni hay polillas gigantes. Hay algunas grandes, pero ni mucho menos gigantes. Es algo muy natural y habitual, no es excepcional».

Las protagonistas de esta atención mediática son en realidad mariposas nocturnas, algunas de las cuales pueden ser de la familia de los esfíngidos —especies con un cuerpo robusto que puede impresionar a quienes no están acostumbrados a verlas—. «Vuelan de noche, por eso no las solemos ver. Pero lo que puede haber ocurrido estas semanas es que estaban migrando, igual que los pájaros, y por eso se han encontrado más fácilmente de día», explica Férriz.

Mallorca y el resto del archipiélago balear se encuentran en una de las rutas migratorias de estas mariposas, que en esta época del año viajan hacia el norte de Europa en busca de alimento y condiciones de reproducción. «Llevan el destino en el ADN, van guiándose por el olor y por la luna y las estrellas. Y muchas luego regresan al norte de África. Aunque no todas completan el viaje», añade la experta.

En Baleares existen unas 30 especies de mariposas diurnas y alrededor de 1.000 nocturnas, muchas de las cuales pasan desapercibidas por, precisamente, realizar la mayor parte de su actividad una vez cae el sol. «Salen por la noche porque hay menos depredadores y pueden comer más tranquilas. La mayoría no tiene ningún interés en entrar a las casas, hacerlo suele ser una trampa para ellas», señala Férriz. Insiste también en que las polillas son completamente inofensivas: «No pueden morder ni picar. Su boca no tiene esa forma».

Las únicas especies realmente vinculadas a los hogares son algunas pocas especializadas, mayoritariamente dos: una se alimenta de granos de despensa y otra de tejidos, ambas muy pequeñas. «Estas sí pueden estar en tu armario o cocina, pero no son las que están apareciendo ahora. Las grandes que se ven estos días solo están de paso», detalla. Para evitar que entren, la especialista recomienda apagar luces innecesarias y cerrar ventanas por la noche: «La luz las despista. No es que les atraiga, sino que les interfiere en su navegación».

Férriz también subraya la importancia de respetar el medio ambiente nocturno. «La contaminación lumínica es una trampa para ellas y también altera el ecosistema. En Menorca, como reserva de la biosfera, ya se han tomado medidas legales para limitarla. En nuestras casas también podemos contribuir apagando luces exteriores y ayudando así a que estas mariposas sigan su camino», concluye.

Lejos de ser una amenaza, las mariposas nocturnas que sobrevuelan estos días los cielos de Mallorca son una muestra más de la riqueza natural de la Isla. Aprender a observarlas con respeto —como lo haríamos con una mariposa diurna— es también una forma de preservar el equilibrio ecológico.

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