La Playa de Palma, con sus aproximadamente seis kilómetros de longitud, ostenta el título de ser la playa más extensa de Baleares. Este amplio arenal se extiende desde el núcleo de Can Pastilla hasta el extremo de S'Arenal, ya en el municipio de Llucmajor, atravesando también el término municipal de Palma. Su ubicación estratégica la convierte en un destino turístico de primer orden, especialmente popular entre los visitantes centroeuropeos.
Además de su tamaño, la Playa de Palma se distingue por su infraestructura y servicios. Cuenta con un extenso paseo marítimo que la conecta con diversas zonas turísticas, facilitando el acceso y la movilidad de los bañistas. A lo largo de la playa, se encuentran numerosos balnearios, chiringuitos y restaurantes que ofrecen una amplia gama de servicios para los visitantes.
La calidad del agua y la limpieza de la playa han sido reconocidas con la concesión de la bandera azul, un distintivo que certifica el cumplimiento de altos estándares ambientales y de seguridad. Este reconocimiento refuerza su imagen como un destino turístico sostenible y de calidad.
La Playa de Palma no solo es un lugar de ocio y descanso, sino también un símbolo del turismo en Mallorca, que atrae a miles de turistas cada año, consolidándose como uno de los principales atractivos de la isla.