Que la noticia está en la calle es algo en lo que creo desde que estoy en esta profesión. Y que, además de estar en la calle a veces te puede sorprender lo que ves, también lo creo. El preámbulo viene a cuento por lo de la otra tarde, cuando después de hacer una entrevista regresaba a casa y que al pasar por la plaza de España me encontré con un grupo numerosísimo de jóvenes, entre ellos algún/a y adulto/a, la mayoría con móvil en mano, enfocando a algo, o a alguien, que estaba en el centro de aquella masa humana. Como pude, me hice paso hasta llegar a dónde estaba el causante de esta quedada tan monumental: un tipo joven, alto, que trataba de poner orden a aquel desorden, por otra parte comprensible. ¿Quién es?, pregunté a una de las chicas que trababa de hacerle una foto. «Es Kadec Santa Anna!» Me quedé igual. ¿Kadec Santa…? Ni idea, les respondí. Y es que uno es ya mayor para saber quién es quién en la música a través de las plataformas y redes sociales.
¡Ah, sí… Kadec…! ¡Qué guay!, contesté a la chica, dándole a entender que le conocía, y así meterme en el rollo. Les pregunté entre tanto alboroto que si se irían de cañas con él. «¡Claro que me iría», contestó una de ellas sin quitar el ojo de la pantalla, ahora por encima de su cabeza, tratando de hacerse un selfie con él metido entre otras muchas cabezas. «Pues yo me iría de fin de semana con él», dijo otra chica que se ve que seguía nuestra conversación.
Entre empujones, como pude, logré situarme frente él, y una vez posicionado le conté quién era y lo que pretendía. El chico posó, dando todo tipo de facilidades hasta que de nuevo fue devorado por la masa que a toda costa quería estar a su lado. Con paciencia me salí del mogollón, y apartándome un poco de él, mandé las fotos al diario vía WhatsApp. Y cuando me iba a ir, pues misión cumplida, ¿no? Pues vi que se había formado una cola kilométrica, todo porque ahora se iban a hacer selfies con él. Por tanto, media vuelta y al lío otra vez. ¡Venga, más fotos! A todo esto llega una ambulancia. «Una chica que se ha desmayado…», oigo que dice una fan, al mismo tiempo que sigue haciendo fotos a su ídolo. Normal, con el tumulto, el calor que hacía y la emoción, es normal que haya desmayos.
Cuando acabo de mandar las fotos de la cola al diario, una señora, que está a mi lado me pregunta si soy periodista. Le digo que sí. «Es que yo soy la madre de él –señala al rapero que ha iniciado la sesión de selfies–. Y ese señor que está ahí, es su padre». Eran los padres de Kadec.
De vacaciones en Mallorca
O sea, que yéndome a casa me encuentro con la movida de los/las fans, que me cuelo en ella, que hablo con el causante de la misma, que encima es un tipo amable a diferencia de otros artistas con los que me he cruzado en la vida, que se monta una cola que lo flipas para hacerse fotos con él, y que encima voy y me encuentro a sus padres, que además son personas educadas, dispuestas a responder a mis preguntas como no podía ser de otro modo, de su hijo.
«Somos de Barcelona, aunque él, desde hace cuatro años, vive en Madrid, ya que ahí le van bien las cosas. Y estamos ahora en la Isla de vacaciones. Él tuvo la idea de venir aquí, pues le gusta la Isla y le encanta el mar. Aquí estamos felices. ¿Qué a qué ha venido todo lo que está usted viendo? –pregunta señalando la cola, cada vez más larga. Pues ayer nos dijo que iba a hacer una quedada con sus fans de Palma, así que entró en el grupo de WhatsApp suyo, escribió que andaba por aquí, y que les gustaría encontrarse hoy con ellos aquí y aquí estamos, y él encantado de haberse encontrado con ellos, y mucho más cuando ha visto que eran tantos, más de los que imaginaba», comenta.
La madre nos cuenta, además, que Kadec estudiaba hasta que le vino el éxito a través de los temas que compone. Empezó con las llamadas batallas y luego continuó con el rap. Así que dejó los estudios dedicándose completamente a lo que es ahora. «¿Que cómo me siento? Emocionada viendo lo bien acogido que es allá por donde va. Y es que las letras de sus canciones son muy bonitas», explican los padres. Ni qué decir tiene que la madre, igual que el padre, están encantados con su hijo, sobre todo por cómo es, por lo bien que le acoge la gente y por los proyectos que tiene.
Llega la policía
De forma inesperada, tuvimos que cortar la conversación que estábamos manteniendo con la familia del rapero, ya que llegó la Policía Local. Kadec pide a sus fans, a los que les da las gracias por haber estado allí, con él, que se disuelvan y que se vayan a casa. Está claro que algún vecino habrá llamado al cuartelillo dando cuenta de la concentración. Y como este famoso es muy respetuoso pone fin a la misma, tras darles las gracias a todos por haber estado allí y pedirles que se disuelvan pacíficamente.
Antes de desaparecer y regresar al hotel, le pido hacerme una foto con él, cosa que nunca he pedido a nadie. Y es que el tipo me ha caído muy bien. En realidad, pienso que cae bien a todo el que trate con él. Joven, famoso y con el coco muy buen puesto. No entiendo de rap, apenas lo escucho, pero me hecho fan de él.
Luego, por la noche, durante el programa Firts Date, al que me enchufo a diario, más que nada por conocer la variedad de personajes que hay en el género humano, contacto con el fotorreportero de Ultima Hora Julián Aguirre. Le pregunto que cómo le ha ido con lo del hijo de doña Pilar de Borbón, fallecido el día anterior, en Mallorca, tema tras el cual ha estado prácticamente todo el día. Sí, todo el día. Como sabíamos que le iban a incinerar, primero estuvo en Bon Sosec, luego en el cementerio de Son Valentí, en Palma, y más tarde en el de Sóller.
«Me han contado que el velatorio ha sido esta mañana en SonValentí, le digo a Julián. «No, ha sido hace un rato, en el cementerio de Calvià. Ha asistido la reina doña Sofía, la hermana de él, Simoneta, y otros familiares», me responde. Y es que, como he dicho al principio, la noticia está en la calle, por eso, quién está en ella, la suele pillar.