Quien quiera que vea las imágenes, lo sabe. Nos ha pasado a todos. Ese traspiés cuando un pie se enreda con el otro, choca contra un escalón o se introduce repentinamente en alguna rendija inesperada de la vía. Nadie se libra de un tropiezo, ni siquiera los miembros de la Casa Real española. En este caso, le ha ocurrido a la reina emérita Doña Sofía, durante su paseo familiar por las calles de Palma.
Doña Sofía, que ni siquiera se ha inmutado tras su traspiés y ha continuado su marcha, cuenta con una salud de hierro que la mantiene activa y en espléndidas condiciones a sus ochenta y cinco años; mejor incluso que su hermana Irene de Grecia que, lamentablemente, pasa por un delicado momento de salud que preocupa a toda la familia. Por su parte, la reina emérita se mantiene animada y sonriente, década tras década; aunque varios testigos afirman hoy que, durante el paseo, han notado como la edad tampoco perdona a los de sangre real.
Las cuatro 'royals', la Reina Letizia, la Princesa Leonor, la Infanta Sofía y la Reina emérita; han paseado por los alrededores de Plaça Major, donde han posado para algunos medios y han dejado boquiabiertos a más de uno de los viandantes. Eso sí, las altísimas temperaturas de este agosto y la edad de la reina emérita han ralentizado el paseo; detalle por el que incluso se ha pedido paciencia a los profesionales que fotografiaban y filmaban a la Familia Real.
Un traspiés frente a la nutrición activa
Curiosa casualidad. En el momento del pequeño tropiezo real, la familia entraba al establecimiento 'Nutrición Activa' de la farmacéutica y nutricionista, Pilar Aguiló, esposa de Jaume Anglada. Un lugar en el que las cuatro damas reales disfrutan de lo lindo, ya que comparten intereses sobre esa nutrición activa que seguro asegura el bienestar en la longevidad, tal y como le ocurre a Doña Sofía, a la que no se le conoce ninguna enfermedad grave, excepto una infección de orina que sufrió durante el mes de abril y que, a pesar de requerir un ingreso, ya ha superado.
Este año, durante las atípicas vacaciones de los Reyes en Mallorca, Doña Sofía se ha convertido en una pieza clave en todas y cada una de las salidas que han protagonizado, un detalle que diferencia esta estancia estival de las anteriores, ya que, a pesar de también estar presente, no les había acompañado en tantas ocasiones como durante las salidas de estos días; otra prueba más de la estupenda salud de la que goza la emérita. Por si fuera poco con el paseo de hoy bajo el calor, Doña Sofía ha salido a navegar, a cenar y ha participado en todas las actividades de la agenda real; y será la última en irse de una isla a la que ama como si fueran las suyas propias.