E n unos días, el periodista Fernando Fernández hace la maleta y se va a Francia, a París, como enviado especial de Ultima Hora, a cubrir las Olimpiadas. Y lo hace por sexta vez. Sí, serán seis Olimpiadas de las que habrá sido cronista de las evoluciones de los deportistas baleares. Ello supone igualar la marca de otro reportero mallorquín ilustre, desaparecido ya, Miguel Vidal, que estuvo en seis Mundiales de fútbol, y allá donde esté sentirá orgulloso de la marca olímpica de Nando, con quien compartía su pasión sobre deporte y deportistas de las islas. A punto de recibir las credenciales, hablamos con él en torno a dos cortados en un bar próximo a la redacción.
Con las de París, son seis Olimpiadas ya.
Sí, seis. Desde 2004 a 2024, una cada cuatro años: Atenas (2004), Pekín (2008), Londres (2012), Río (2016), Tokio (2021) y ahora, en 2024, en París.
Suponemos que, dentro de lo que cabe, lo tiene todo más o menos controlado, tendrá que hacer algún que otro desplazamiento, pues no todos los olímpicos de las islas competirán en la misma ciudad. Y además Francia acaba de pasar unas elecciones y arrastra problemas de inmigración…
Pues sí. O al menos lo que nos transmite la gente que vive allí es que hay una gran tensión a nivel social, política, un auge de ultraderecha, protestas, etc., lo cual da lugar a inseguridad. Por eso, a la gente que vamos a viajar en estos días, no obligan a llevar un código QR para acceder a las zonas de la competición, y a nosotros, además, unas credenciales que nos identifiquen y nos den acceso a los lugares en que nos interesa estar.
¿Cómo se va a mover?
Como no voy a vivir en zona deportiva, sino en un domicilio normal y corriente de una calle, también normal y corriente, me tendré que desplazar con el transporte público, a pie, o cómo considere conveniente. Lo más probable que para ganar en rapidez es que coja el metro, como otro ciudadano cualquiera, bien para llegar al centro de prensa, bien para acercarme a lugar dónde haya una competición que me interese. Pese a que nunca sabes lo que puede pasar, y más, como digo, en un país que anda revuelto. Y lo digo también porque en Río, durante la Olimpiada, en el bus que iba la prensa entró una bala por una ventanilla y salió por otra… No pasó nada, afortunadamente. Por tanto, las precauciones que tomas, pese a que pienses que son todas, son más bien pocas. Pero no me quiero poner pesimista, sino pensar que todo irá bien. Viajo con esta confianza pero también con mucha precaución.
¿Y va solo?
Sí, solo, pero al final, como bien sabe por experiencia, acabas haciendo piña con otros compañeros, ya que con el paso de los días, viéndote casi a diario, vas conociendo a otros colegas…
¿Viajan otros periodistas mallorquines como enviado especial?
Voy yo por Ultima Hora, y coincidiré casi seguro con Pedro Fullana, que trabaja en la SER, a nivel nacional. Creo que son sus terceros Juegos, tarde o temprano terminaremos encontrándonos, aunque cada uno vamos a nuestra bola… En los primeros Juegos tuvo que transcurrir una semana para que coincidiéramos.
¿Ha tenido contactos con nuestros atletas? ¿Saben que va a estar en París?
Con algunos he hablado, aunque casi todos saben que vamos a estar. El otro día, cuando el Govern los homenajeó, hablamos con algunos, incluso con sus familiares y… Pues sí, ellos saben que vamos, pasa que a lo mejor no los veremos a todos, pues el campo de actuación no es solo París, sino que hay otras ciudades en las que ellos van a competir, como Nantes, Burdeos, Saint Étienne… La vela está en Marsella.
¿Y va a tener que viajar a todos eso lugares?
En París voy a estar, y a Marsella hay que ir, ya que allí compiten dos deportistas nuestros en vela que tienen muchas posibilidades de conseguir medalla. Además, hay muchos mallorquines que trabajan en el campo de la vela que también van a estar ahí.
¿Qué posibilidades le da en estos Juegos a Marcus Cooper Walz, el abanderado?
Pues va a hacer dos pruebas y… ¡Ojo!, que pueden ser dos medallas de oro. Y si es así, podría darse que Marcus y Nadal fueran los únicos españoles en conseguir tres medallas de oro, puede que con Saúl Craviotto.
Supongo que lo que se dice tiempo libre, los enviados especiales no lo tienen.
Pues no, ya que desde la mañana vas planeando lo que vas a hacer durante el día, luego, además de asistir y ver, has de escribir la crónica, y si hay medalla, la entrevista al ganador de la misma. Y eso lo haces en el centro de prensa que hay en cada lugar donde se hace una competición. Y como tengas que salir deprisa, a ver otra prueba, haces la crónica en el bus, o en el metro, o en el tren. O dónde y cómo puedas… Por eso, turismo más bien poco. Como mucho, darte una vuelta, hacer unas compras, pero siempre sin perder de vista la Olimpiada. ¡Hombre!, si llegas con tiempo, dos o tres días antes de que comience todo, puedes dedicar unas horas al día, pero a nada que comience debes de estar pendiente de lo que ocurra en los distintos escenarios, y si puedes, estar en alguno de ellos. O en varios. En París, como tienen lugar muchas competiciones, tendremos más oportunidades de ver cosas, ¡que sé yo!, la torre Eiffel, o Notre Dame, por ejemplo.
¿Hay buen rollo entre deportistas y periodistas?
En los que se refiere a los de las islas, sí. Ningún problema. Nos atienden siempre, sobre todo si son menos mediáticos, aunque yo no he tenido problemas con ninguno. Incluso con las figuras, acostumbrados a que los periodistas les pregunten.
Suponemos que se encontrará con mallorquines que van a ver las Olimpiadas y banderas mallorquinas…
Pues sí, y cuando eso sucede, te alegras. Y como son muchos, pues no puedes llegar a todos. Por eso, los que vayan, si no los veo, que me manden una foto del grupo, con o sin bandera a ffernandez@ultimahora.es, que muy gustoso la mandaré al diario
Una última pregunta. ¿Cuál fue su primer contacto con las Olimpiadas?
Cuando era un crío, se celebró la Olimpiada de Los Ángeles 84. Y cuando comprabas Cola Cao te daban un tablero en el que había el estadio Olímpico… Era como un juego, ¿sabes? Pues por aquellos años ni me imaginé que terminaría asistiendo como corresponsal a seis olimpiadas.
¿Y como fue lo de ir por primera vez a los Juegos?
Pues a decir verdad, he estado en los Juegos por Albert Orfila, el actual director del diario. Cuando era redactor jefe de Deportes, un día de 2002, me propuso que me enterara sobre cómo había que hacerlo para acreditarse y asistir como corresponsal a unos Juegos y… Pues hice una llamada a un teléfono que conseguí, desde el que enseguida me atendieron y me explicaron lo que tenía que hacer, se lo conté a Albert y este me dijo: ¡adelante!