Manu Blanco, director de Radio Murta, DJ y presentador de eventos, sobre todo en épocas estivales, es además cantante y, como tal, cada verano suele sacar un tema acompañado de su correspondiente videoclip. Y en este verano a punto de comenzar ha resucitado a Tanga Team, el grupo con el que se dio a conocer como cantante. Pero vayamos por partes. Las grabaciones de ambos vídeos se hicieron el pasado domingo: un tema por la mañana en Aqualand, y el otro por la tarde en la discoteca Lunita. El de la mañana fue el del tema Difacil rap boom, que interpretó junto a la bella Marga Hidalgo, con una espectacular coreografía. El tema sonó con mucho éxito en 1988 «y pretendemos que este verano vuelva a tenerlo».
El otro videoclip es el de la canción, también muy famosa, Ritmo de la noche, que cantó con Carmen Villarejo. «Y la cantamos como Tanga Team. Y aunque antes éramos tres, ahora somos dos, Carmen y yo». Pues atentos a estas dos canciones versionadas, con videoclips incluidos, que como digo van a salir ya.
Homenaje
Para este viernes, tenemos previstos dos actos, más o menos a la misma hora, a los que hemos de asistir. Así que a ver cómo nos las arreglamos. Y digo arreglamos, porque seremos muchos los que nos planteemos esta cuestión. Por una parte, en la galería de la Fundación López Fuseya, que está en la calle Tereses 4, de Palma, se rendirá un homenaje a Tito López, amigo del Arte y de los artistas, fallecido hace tres años y promotor de un libro que tiene que ver con ambos, arte y artistas, titulado Vidas con Arte o compendio de vidas y obras de artistas mallorquines, escrito por Patricia Chinchilla, que se entrevistó con todos y que tan buena acogida tuvo.
El homenaje se lo hace su hija Bea, y por cómo era Tito, que estaba, cámara en ristre, allá donde tuviera lugar un acontecimiento artístico, imagino que será mucha la gente que asistirá, que querrá estar con él, a su lado. ¿Que cómo se desarrollará? Imagino que Bea, detallista donde las haya, lo tiene todo previsto. Por tanto, dejemos que nos sorprenda. El acto dará comienzo a las 19.00 horas y durante el homenaje los que asistamos podremos escuchar al coro Compañeros de canto coral de Tito, dirigido por Pilar Riera, con acompañamiento por el grupo de cuerda Filum Lundum. Diremos también que se expondrán fotos que hizo Tito y que se podrán adquirir, ingresos que irán destinados a la Asociación Española de Amiloidosis.
Exposición
Por otra parte la gran pintora Gisela Hammer, alemana de cuna pero residente en Mallorca desde hace años, con un largo y brillante currículo a sus espaldas, expone sus trabajos más recientes a partir de esta noche entre las 19.00 y las 22.30 horas en la Gallery Visión 24, que está en la calle Sor Isabel Cifre, 24, de Es Molinar. Una noche, según ella, repleta de arte, inspiración y creatividad regada, además, con buen vino y refrescos. Como Gisela tiene muchos seguidores en la Isla, imaginamos un lleno total.
Las Brontë y las Alba
Hace unos días, en Villa Dalia, hubo un hueco para la magia. «Magia sin magos, sino más bien magia a través de una innovadora performance que fusionó las historias de las hermanas Brontë con la de Bernarda Alba», nos dice Kathleen Bendelack, una de las actrices que interpreta a una de las hermanas Brontë, y que hace dos semanas, junto al actor inglés Paul Cemmick, hizo una lectura dramatizada de Alicia en el país de las maravillas que encandiló al público asistente. «En estas otras puestas en escena –sigue Bendelak, refiriéndose a las historias de las hermanas Brontë y Bernarda Alba–, se entrelazaron las tramas desarrolladas en los turbulentos campos de Yorkshire, Inglaterra, con el sofocante calor del sur de España, destacando los sorprendentes parecidos entre ambas narrativas. Las dificultades severas de las hermanas Brontë, quienes se enfrentaron a una sociedad restrictiva y lucharon por su independencia, encuentran eco en los conflictos y la opresión de las hijas de Bernarda Alba, atrapadas bajo el yugo de su madre».
Como bien dice la actriz británica afincada en Mallorca, en la representación destacó la universalidad de temas referentes a la opresión, resistencia y anhelo de libertad, tejiendo un tapiz emocional que resonó profundamente entre los espectadores sentados, los británicos frente a los españoles, dejando entre ambos un pasillo al final del cual se improvisó el escenario.
¿Conclusión? Muy simple. Villa Dalia de nuevo –y eso que no ha hecho más que echar a andar–, rompió moldes con su audaz y original enfoque demostrando, primero, que es capaz de crear experiencias teatrales únicas que desafían los convencionalismos y elevan el arte escénico a nuevas alturas; y, segundo, que el teatro es para todos, y no solo para unos pocos, ya que su lenguaje es universal.
Cada vez más gente
Por lo demás, muy bien por los actores. Todos, sin excepción, y muy bien también por Max Cartrell, adaptador de los dos guiones y director de la obra. También un aplauso a Blanca de la Iglesia, organizadora de eventos para Villa Dalia, que sabemos que tiene en cartera algunos más. Y en cuanto a Pablo Pantiga, creador de Villa Dalia, vaya para él nuestra enhorabuena. Sobre todo por haber sabido convertir un espacio que nada tenía que ver con el arte, en otro que sí tiene que ver. De sus paredes penden cuadros, muchos de ellos firmados por mallorquines, y en sus rincones vemos esculturas, lo que significa que es el lugar apropiado para exposiciones y ahora, visto lo visto, para el teatro. Teatro en español, catalán, inglés, alemán... Y encima el publico es cada vez es más numeroso. Por eso, de lo que se trata es de seguir innovando y sorprendiendo, sin dejar de ser atrevidos e inclusivos, lo cual no todos hacen.
La Sala Regina, pionera
Por cierto, hablando con Pablo Pantiga le preguntamos si sabía que casi en frente de donde nos encontramos, hace bastantes años –los 60 o 70 del siglo pasado– había un cine, Sala Regina, en el que se proyectaban películas en inglés. «Pues no, ni idea». Pues sí, cine en inglés, al que acudía mucha gente, no solo británicos residentes, sino también mallorquines. Con lo que, además de ver una buena película, practicaban el inglés, cosa que, al paso que va, se podrá hacer en Villa Dalia, que de hecho se está haciendo ya.