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REFORMA

La nueva etapa del Mesón Los Rafaeles

El emblemático restaurante comienza una reforma integral para continuar con sus 55 años de historia

Ignacio Luis, sobrino de ‘Menut’ y uno de los propietarios del negocio, frente a la entrada del restaurante. | Julián Aguirre

| Palma |

Ni se traspasa, ni se vende. El emblemático Mesón Los Rafaeles, pone fin a una inolvidable etapa de 55 años y comienza una nueva historia. El pasado sábado el restaurante cerró sus puertas y ayer comenzaron las obras para una remodelación prácticamente total, manteniendo algunos rasgos característicos como el mural interior del pintor Pau Fornés y las vidrieras laterales del local.

Fue en abril de 1969 cuando Jaime Pizá, a quien se le conocía como ‘Menut’, y su hermano Rafael empezaron a hacerse cargo del Mesón Los Rafaeles, negocio que dos años antes habían abierto un padre y un hijo llamados Rafa. «Mi tío Jaime, quien trabajó como encargado con los anteriores propietarios, cogió las riendas del negocio junto a su hermano Rafael y Mariela, la madre de ambos», comenta Ignacio Luis, sobrino y quien actualmente tiene una parte del negocio familiar. «De joven yo vivía en Madrid, pero durante los años ochenta cada verano venía aquí a trabajar con mi tío Jaime. En 2017 me llamó para que regresase y ayudarle, y desde entonces me puse al frente del negocio», explica. Ahora el mesón afronta una nueva etapa en la que Ignacio Luis está muy implicado: «Administrativamente, durante un tiempo, yo llevaré el control y entra un socio que sustituye a Mariela, la viuda de Jaime, que se jubila».

Salón y cocina serán totalmente reformados y tendrán nuevo mobiliario.

El Mesón Los Rafaeles tiene previsto acabar sus obras a finales de este mes de abril para poder abrir en mayo, una reapertura en la que habrá un rostro conocido: el cocinero Toni Ripoll, quien estuvo al frente del restaurante El Paladar. «Cuando falleció mi tío puso la condición de que el mesón siguiera abierto. Para él era como su hijo y los clientes, su familia. Desde entonces ha sido un camino largo. El negocio ha tenido muchas ‘novias’ y económicamente más fuertes, pero ha prevalecido el hecho de mantener la esencia de su cocina. Se mantendrá parte de la plantilla como Carmen y Pilar, quienes trabajaron junto a Jaime en la cocina; Alfonso, Toni y Pepe ‘el legionario’, que fueron parte de la marca de Los Rafaeles, y también estarán los camareros Ángel, Juanito, Rafael,... a quienes los clientes conocen».

Oferta gastronómica

La comanda más solicitada a lo largo de estos 55 años de Los Rafaeles ha sido «alcachofas para compartir, calamares a la andaluza, montaditos de ternera, chuletas con patatas y cardenal de Lloseta de postre», un testigo culinario que se mantendrá. «No faltará el tumbet, frit mallorquí, arròs brut, arroz de pescado, berenjenas rellenas o arroz de notario, entre otros. He recorrido restaurantes de toda España y nunca he visto una barra de productos frescos y platos diario, cara al público, como la de Los Rafaeles», asegura Ignacio.

Retrato de ‘Menut’ de Carlos Prieto.

El empresario, además, recuerda la figura de su tío: «Era un trabajador infatigable, un relaciones públicas excepcional. Cantidad de gente sigue recordándole y queriéndole por los buenos momentos que hizo pasar dentro y fuera del restaurante. Los clientes se sentían como uno más de la familia. Aquí venía un grupo de tunos a los que guardo mucho cariño, especialmente a ‘los gallegos’ y a Rayman, por esas inolvidables noches de alegría». Ahora tocará esperar un mes para que el Mesón Los Rafaeles, siga escribiendo su historia.

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