El interés y el uso de la medicina estética se ha disparado en los últimos años: según el último estudio publicado por la Sociedad de Cirugía Plástica, Reparadora y Estética (SECPRE) las intervenciones, quirúrgicas y no quirúrgicas, aumentaron un 20 % en España entre el antes y el después de la pandemia. Las cifras son extrapolables a Baleares, una de las comunidades con más centros de medicina estética por habitante, donde cada vez son más los hombres que se incorporan a este tipo de tratamientos y donde se ha producido, o se está produciendo, un importante cambio generacional.
«Normalmente, el paciente medio de medicina estética eran mayoritariamente mujeres de entre cuarenta y cincuenta años de edad. De hecho, hasta hace cinco años, la participación del hombre no representaba más de un diez o un doce por ciento», nos relata Alberto Morano, presidente de la asociación de Medicina Estética de Baleares. Pero en los últimos años la cosa ha cambiado y la cifra ha aumentado hasta superar el 30%, es decir, que uno de cada tres clientes de tratamientos estéticos ya son hombres. Su objetivo, nos explica el Doctor Morano, «suavizar las arrugas y mejorar la calidad de la piel».
También se ha incorporado mucha gente joven, personas «a partir de 20 ó 25 años», principalmente con tratamientos preventivos, que buscan «no tanto la belleza sino, sobre todo, preservar la nutrición y la calidad de la piel». Nuestro experto lo achaca a la mayor exposición que acompaña a las redes sociales, pero también al hecho de que los tratamientos son cada vez más seguros, con menos efectos secundarios y con resultados más predecibles.
«Se han incorporado técnicas con láser y/o luz pulsada, que no tienen nada que ver con las de hace unos años y cuyos efectos secundarios son mucho menos duraderos», explica Alberto Morano. «Antes tardabas diez días en recuperarte, ahora con dos días ya se puede hacer vida normal», asegura.
Además, se ha democratizado el acceso a muchos tratamientos que ahora están al alcance de todas las personas. Y no es tanto porque hayan bajado los precios, «es industria», nos señala el doctor Morano, que recuerda que también han subido los precios de los productos de la Medicina Estética, «aunque no los hayamos repercutido»; sino porque cada vez son más las alternativas, tanto en los productos como en los tratamientos.
«Si antes sólo existía la opción del lifting o de la cirugía para estirar la piel, o incluso sólo existía un tipo de ácido hialurónico, ahora hay muchas alternativas, tanto en tratamientos como en productos, para llegar a los mismos resultados o a resultados parecidos», explica el doctor.