El negocio Sala de Personal, regentado por Santiago Cebrián junto con Diego Olivera y Matías Iriarte, ha sido distinguido con el premio a la «Mejor Apertura» de coctelería de España, uno de los premios que anualmente otorga FIBAR, punto de encuentro del Bartending Internacional que se celebra en Valladolid. Este local está ubicado en los bajos de su otro negocio, Ginbo Cocktail Bar, ambos en Passeig de Mallorca.
«Para quienes trabajamos en Sala de Personal, ha supuesto una gran satisfacción recibirlo, y más cuando se trata de un premio que concede una organización como FIBAR», asegura Cebrián. Estos reconocimientos se otorgan a partir de la votación de un jurado formado por más de 80 profesionales del sector que visitan las diferentes, y cada vez más numerosas, coctelerías de nuestro país. De forma que «es la propia industria la que premia a sus compañeros. En nuestro caso, nos han considerado merecedores de este premio, lo cual para nosotros es un orgullo, ya que hay mucho esfuerzo y dedicación detrás de todo ello».
¿Qué cree que han visto en su establecimiento o que les ha llamado la atención…?
-Como el propio galardón indica, se evalúan los nuevos establecimientos del sector abiertos durante el año vigente, por ello imaginamos que nos reconocen la apuesta innovadora junto con la calidad del servicio, la calidad del producto, el espacio… Es todo un conjunto.
Es un premio serio, naturalmente.
-Por supuesto que lo es. Son premios honestos y con mucha credibilidad, de ahí su éxito. Esta es la onceava edición, y cada año que pasa crece exponencialmente. El jurado está formado por grandes profesionales que apuestan por la calidad y mejora constante del sector. El mundo de la coctelería ha mejorado mucho en los últimos años en nuestro país y ferias como la de FIBAR, donde se apuesta por la excelencia, tienen gran culpa de ello.
¿Cuántos negocios tiene abiertos al público?
-Ginbo Cocktail Bar, en su momento regenté la discoteca del Club de Mar, que traspasé para, posteriormente, abrir Chapeau, Sala de Personal y la reciente apertura Menut Cafè, los cuatro en Passeig de Mallorca. Y en Palamós (Girona), tengo el Restaurante Sa Roqueta, nombre que le puse en agradecimiento a esta fantástica isla que tanto me ha dado.
Dicen que hoy tres son las profesiones de más riesgo: piloto de guerra, enviado especial y empresario. ¿Está de acuerdo?
-No sé las otras, que imagino que sí, pero en lo que a empresario se refiere, sí, sin duda que lo es.
¿Por qué?
-Entre otras cosas, porque uno arriesga su capital. Los emprendedores conocemos la estadística que reza que uno de cada 10 negocios será un éxito, el resto no. La mayoría de los emprendedores somos por naturaleza arriesgados o, como mínimo, visionarios con un plan de acción claro para lanzar un nuevo producto o servicio para llenar un vacío en el mercado. Con ello, corremos grandes riesgos al dejar en ocasiones trabajos estables para dedicar nuestros esfuerzos con el fin de poner en marcha el negocio y con ello crear nuevos puestos de trabajo. Pueden pasar años hasta que no veas dar frutos al proyecto. Si a eso le sumamos que las condiciones laborales son cada vez más exigentes…
¿Qué condiciones son esas?
-En un contexto económico inflacionista como el actual, que se caracteriza por una alta subida generalizada de precios, la constante escalada de los costes de las materias primas, los incrementos salariales y, sobre todo, una presión fiscal cada vez más severa, los pequeños negocios estamos sufriendo en ocasiones una falta de viabilidad.
¿Nos lo explica?
-Mire, el gobierno, ahora mismo, y en vista a conseguir el pacto para poder gobernar durante cuatro años más, acaba de firmar un acuerdo con Sumar, por el cual reduce la jornada laboral a 37,5 horas. El salario mínimo interprofesional se viene subiendo considerablemente en los últimos años, y entre 2023 y 2024 seguirá aumentando en un 8,5%. Y por supuesto que estoy a favor de mejorar las condiciones laborales de los trabajares y totalmente en contra de la precariedad laboral, pero no siempre a costa de los mismos. Tiene que ser equitativo, es decir, si se mejoran las condiciones del trabajador, deberían mejorarse también las del empresario. El empresario paga muchos impuestos, más que nunca, entre otras cosas porque ha habido también un aumento sustancial del entramado funcionarial, y eso hay que mantenerlo. Imagino que si se consuma este nuevo gobierno, no nos saldrá gratis, puesto que Sánchez tendrá que contentar a todos los partidos de la coalición.
Sin embargo, la vida sigue y por lo que cuenta no siempre a gusto de todos… ¿Qué van a hacer ustedes?
-Seguiremos luchando. Constantemente oigo hablar a colegas del sector que se plantean invertir en otros países con unas condiciones más realistas y favorables. A los emprendedores nos gusta reinvertir nuestro capital, ya sea para mejorar los negocios que regentamos, o bien para apostar por otros nuevos y, con ello, crear más puestos de trabajo. Por supuesto, estamos de acuerdo en pagar impuestos, son muy necesarios para sostener el Estado del Bienestar, es un buen sistema. Pero, si siguen aumentándolos, muchos negocios dejarán de ser viables, por lo que se verán obligados a echar el cierre con las consecuentes pérdidas de empleo que ello conlleva.
¿No será que pasa lo que pasa, nos referimos a ustedes, porque en los gobiernos hay pocos empresarios…?
-A veces uno se pregunta si desde el gobierno se conoce el funcionamiento del sector empresarial privado. Sólo quién haya emprendido alguna vez puede saber realmente lo que supone. El empleo público se sostiene del dinero público y, claro, cuándo el dinero no es de uno…
¿Entonces…?
-Desde el sector empresarial, se agradecería más apoyo y empatía por parte de las entidades públicas. Todos saldríamos ganando.