El Club Nàutic de Cala Gamba acoge este fin de semana la XXVII Diada de Vela Llatina, una iniciativa del EcoMuseu Marítim organizada con el fin de dar a conocer y conservar una de las tradiciones náuticas más antiguas y arraigadas en las aguas de la Isla, un modo de navegación que permitía sortear los cambiantes vientos del Mediterráneo con relativa facilidad, declarada Bien de Interés Cultural Inmaterial por el Consell de Mallorca el año pasado. De esta manera, medio centenar de llaüts, bots y algún gussi, procedentes de diferentes puertos de la Isla, participarán en el encuentro.
«Con el paso del tiempo, el aspecto deportivo de las regatas le ha cedido protagonismo a la vertiente cultural del encuentro. Hay más gente que viene a navegar, pasear y compartir experiencias que a competir. Vivimos una 'patrimonialización' de la embarcación de madera y mucha gente se está acercando a los barcos de vela llatina y los convierte en una delicatessen», afirma el técnico de patrimonio marítimo del Consell de Mallorca, Bernat Oliver, que invita a los interesados a acercarse al Moll de sa Fusta del Club Nàutic, donde descansan las naves.
Así, el sábado y el domingo se celebrarán las regatas y salidas al mar, además de paseos matinales en embarcaciones de remo. Pero la ‘Diada' no se reduce a la competición, por lo que se han organizado una serie de actividades culturales paralelas, que arrancaron este jueves con la presentación de la exposición Velams de la Mediterrània, compuesta por las ilustraciones del navegante formenterenc Xico Castelló, desde las naves púnicas hasta pailebots del siglo XX.
Este viernes, entre las 17 y 19 horas, se celebrará una salida de navegación libre, seguida por la conferencia La vela llatina a l'albufera de València, impartida por Joan Rossaleny y Francesc Ferrer, encargados de traer al encuentro la barca invitada: el Alba, una nave de vela latina valenciana, sin cubierta, que saldrá de su ambiente natural para navegar por la bahía de Palma. Otras de las barcas que navegarán en el encuentro son La Balear, Neófit, Dragonera o Cabrera, del Consell de Mallorca. Destaca asimismo una importante flota llegada desde Portocolom, gracias a los esfuerzos de la Associació d'Embarcacions Tradicionals de Portocolom, de reciente creación.