La playa de Rockaway Beach, una de las más icónicas de Nueva York, ha sido cerrada este martes por las autoridades tanto a bañistas como a practicantes de surf tras el ataque de un tiburón registrado este lunes, según informa hoy el Departamento de Parques que gestiona las playas. La policía patrullará la playa para obligar a todos los bañistas a quedarse fuera del agua, mientras que lleva a cabo la vigilancia aérea en busca de los escualos.
Este pasado lunes, una mujer de 65 años fue atacada cuando se encontraba de pie cerca de la orilla, sin que estuviera nadando, según relata hoy el portal gothamists.com. El tiburón le mordió por sorpresa en la pierna izquierda y la hizo caer al agua tras sentir un dolor agudo, según un portavoz policial citado por el portal. Tras aplicarle un torniquete, de inmediato fue trasladada al hospital del barrio de Jamaica donde su estado es «estable dentro de la gravedad».
La policía, como suele ser habitual en estos casos, recordó que "aunque sea un acontecimiento terrorífico, los ataques de tiburones son extremadamente raros", y precisaron que cada vez que se ve un tiburón se incrementan las medidas de vigilancia. Ya en el fin de semana largo del 4 de julio, tres nadadores y un surfista comunicaron ataques de tiburones, todos de carácter leve, lo que hizo que las autoridades desplegasen drones con cámaras para tener un seguimiento constante de la presencia de estos animales. Rockaway Beach, por su cercanía a Brooklyn y Manhattan, es una de las playas más accesibles para los neoyorquinos, y de hecho se puede llegar hasta ella en línea de metro.