Hace dos semanas denunciamos que hace cerca de un año un coche se estrelló contra la escultura de los Donantes de sangre, instalada en una rotonda próxima al Conservatori de Música. Por entonces pedíamos dos cosas. Una, que se retiraran los pedruscos, además del cubo y bolsa de plástico verde que había, y dos, que una vez limpio el lugar, sembraran en él césped y plantas, y uno o dos árboles, como los que hay en la rotonda de enfrente. ¿Y qué ha pasado? Pues que las piedras siguen, igual que el cubo y la bolsa de plástico.
También pedíamos a quien corresponda que limpiara la porquería que se había acumulado en el estanque sin agua que está cerca de esa rotonda, pero tampoco lo han hecho. Por ello, si había basura, ahora hay más que antes. Cuando Palma era gobernada por Hila, nos cansamos de denunciar lo que no estaba bien para que se mejorara. Pero no lo conseguimos. El exalcalde estaba más pendiente de plantar arbolitos, o de reunirse en barrios afines con gente afín, que de hacernos caso.
Recordatorio
Pues visto lo visto, nos da la impresión de que Jaime Martínez podría ir por el mismo camino, aunque seguimos dándole el periodo de confianza hasta septiembre, que es cuando se cumplirán los cien días de su mandato. Mientras tanto, le recordamos que al presidente de Emaya le pedimos que retirara la porquería que inunda la cárcel vieja, donde viven personas por falta de una vivienda digna, pero la porquería sigue ahí. Y eso que el presidente, el día después de tomar posesión quiso vivir cómo se hace la recogida de basuras subiéndose en un camión de Emaya en los turnos de mañana, tarde y noche… Pero, aparte de eso, ¿qué? Siguen limpiando las calles con la barredora, pero continúan las manchas sobre el piso ya que no las quitan con el agua; las paredes de edificios siguen vandalizadas, igual que las esculturas repartidas por la ciudad… Por otra parte, ni Govern ni Cort han sido capaces de convencer al pobre hombre que vive junto a la Estación Intermodal, pues han dicho que eso es una decisión del juez.
Mientras tanto, el hombre y la imagen que da, siguen ahí… Eso sin olvidar que cada día hay más gente durmiendo en la calle. ¿Qué más…? Pues que los vecinos del Parc del Canòdrom aguardan a que comiencen las obras para elevar la valla que lo rodea para que no la salte nadie, colocar una valla en la parte que da a sa Riera, y para bajar el nivel de los accesos al parque, hoy difíciles de superar para personas de movilidad reducida…
Hagan caso a Marga Prohens
¿Más cosas…? Bueno, sí... Decir que la grúa que ayuda a los socios con movilidad reducida a introducirse en la piscina municipal de Germans Escalas ha sido reinstalada, por lo cual estas personas ya pueden hacer uso de ella para entrar a la piscina, por tanto, ¡bien para el responsable! Pero... ¿Para cuándo las obras de finalización de un tramo de la calle General Ricardo Ortega, de Palma, aprobadas al final de la anterior legislatura municipal, y por las cuales el actual alcalde se interesó mucho? Porque anteanoche se cayeron las ramas de un árbol sobre tres coches, mientras que las de otros están a punto de caer, y también de levantar las aceras con sus raíces...
Lo dicho, hagan lo que dijo Marga Prohens, presidenta del Govern: «Quiero ver a mi equipo en la calle», afirmó el día de la toma de posesión de los nuevos consellers. Y como el gobierno del Ajuntament son también de su equipo... ¡Pues todos al carrer! ¡Ah!, está muy bien que se piense en reconvertir el antiguo edificio de GESA en un museo y crear polideportivos. Pero, dice el ciuidadano –y sabemos que lo dice porque a diario nos pateamos la calle–, mejor será si antes se termina lo que está por acabar.