Pendiente del teléfono, pues su pareja está a punto de dar a luz a su tercer hijo, Ángel Ruiz de Pablos (Madrid, 1982) viaja hoy al Salón Gourmet de Madrid para participar esta tarde en el 28 Campeonato de España de Sumilleres. Propietario de dos restaurantes, Vinazo Morrofino, en Palma, y Sa Vida, en Eivissa, representará a Baleares en el certamen nacional. «De niño quería ser historiador, por influencia paterna, es químico de profesión pero me adentró en el mundo de la Historia», comenta Ángel Ruiz quien, con 20 años, mientras estudiaba, trabajaba de camarero en La Latina, en su Madrid natal. «Ahí fue cuando descubrí mi pasión por la hostelería. Así que me marché a Inglaterra donde comencé a trabajar, de friegaplatos, en el restaurante Teatro Komedia, y en ocho meses me ascendieron a jefe de camareros. Durante aquella época también impartía clases a niños con dislexia en el colegio Chalton Hill, en Brighton. Yo también lo soy».
Su formación siguió en China, en 2014, con el propósito de conocer la cocina oriental, y se instaló en Shangái. «Allí comencé a importar vinos españoles, y a aprender el lenguaje y caligrafía del mandarín en la Universidad Jiao Tong». Una experiencia que duró un año, porque luego puso rumbo a Eivissa, donde con la ayuda económica de su padre abrió el restaurante Sa Vida, que lleva siete años y ha sido número uno en TripAdvisor gracias a su cocina moderna y más de 250 vinos.
En Mallorca aterrizó en el año 2018 y a finales de 2021 abrió las puertas de su restaurante Vinazo Morrofino. «Mi padre siempre me dice que soy de morro fino, de ahí viene el nombre. Y mi pasión por el vino, que también me inculcó él, hace que pueda ofertar más de 730 botellas de vino diferente, siendo el restaurante de Mallorca con más variedad vinícola», afirma. En su selecta bodega cuenta con vinos que van desde los 20 euros hasta una botella de Pingus de 2017, que cuesta 1.950 euros. «Para mí el mejor vino del mundo no existe, todo depende de los gustos de cada uno, pero en España hay grandes vinos, así como en los últimos años en Mallorca, donde hay bodegas muy interesantes».
Entre los 10 mejores
Actualmente sigue estudiando para conseguir el diploma de Wine & Spirit Education Trust, en Londres, y quiere algún día ganar el campeonato nacional de Sumillers. «Ahora me contento con situarme entre los diez mejores del campeonato. Hay mucho nivel», comenta Ángel Ruiz, quien a las 14 horas de hoy tendrá que realizar un examen escrito de conocimiento general en el mundo del vino, tocando materias como maridajes, cervezas, agua, espirituosos, etc. También, junto a los 52 participantes de toda España, tendrá que realizar una cata a ciegas de dos vinos explicando el tipo de vino, su uva, región, bodega, etc.
«El vino es para mí una forma de vida. Es apasionante. He catado muchos vinos, viajado para conocer bodegas y he tenido la suerte de tener a mi lado a grandes sumillers como Josep Martínez, Josep Juhé, y el campeón de España, Gabriel Lucas». Por otro lado, Ángel comenta que «el vino es para disfrutarlo, incluso en jolgorios y celebraciones, pero cuando se llega a cierto estado de embriaguez se pierde toda la magia y el sabor».
Respecto al grado de conocimiento de la gente sobre el mundo del vino, Ángel opina que «está creciendo, pero siempre habrá los que se las dan de expertos. Y los expertos son los que callan más y no se las dan de saberlo todo». En ese sentido señala que «el cliente busca aprender tanto sobre las variedades españolas como internacionales y, cuando se descorcha una botella y se sirve, se agradece cierta información, así como conocer su proceso de elaboración más artesanal».
En cuanto al concurso nacional de sumilleres, tiene como objetivo divulgar la cultura de la sumillería así como seleccionar al mejor profesional, que se convertirá en el Mejor Sumiller de España, y representará al país en el Campeonato Mundial de Sumilleres ASI. Durante las dos jornadas del campeonato, los participantes podrán asistir a las diferentes masterclass impartidas por el patrocinador principal Tierra de Sabor, así como el copatrocinador, Bodegas Protos.