Ella es Tatiana Arcila, nacida en Colombia, y conocida cariñosamente como la Maquilladora de las Barbies, seudónimo que comenzó a adquirir cuando los espectadores de sus maquillajes comentaban que sus clientas quedaban como unas muñequitas, lo cual tomó más fuerza cuando comenzó a trabajar con Jessica Alves, una modelo conocida como la Barbie humana.
Tatiana lleva más de 20 años de carrera como maquilladora profesional, carrera que empezó desde muy joven, ya que le encantaba el mundo del maquillaje y estilismo. Un buen día se le presentó la oportunidad de tener una peluquería, a través de la cual pudo introducirse más de lleno en ese mundo, a la vez que comenzó a darse a conocer, trabajando con modelos y en programas de televisión de Colombia, lo cual le dio pie a ser conocida internacionalmente y a viajar a países como España, Italia, Turquía, Suiza, Bélgica, etc. Para asistir a eventos como educadora, y no solo impartiendo sus talleres de maquillaje, sino también colaborando en talleres de apoyo social, en un taller de automaquillaje y empoderamiento para mujeres víctimas de violencia.
Pasión por el trabajo
«El tener la oportunidad de viajar y conocer nuevos países y culturas, y poder trabajar con personas maravillosas que vas conociendo en el camino, es maravilloso. Por otra parte me considero afortunada de poder percibir la pasión que siento por mi trabajo. Y si me preguntan qué es para mí lo mejor de todo, digo que poder ver lo empoderadas y emocionadas que lucen las personas a las que maquillo, o enseño a maquillar. Sí, ver ese brillo en sus ojos y la sonrisa que ponen cuando termino mi trabajo es, sin duda alguna, mi motor para seguir poniendo todo mi amor, conocimiento y pasión por lo que hago. Porque no se trata de solo maquillar, sino que se trata de reconocer y realzar la belleza que ya existe en cada una, y que cada una pueda verse así misma con el potencial que tienen», asegura Tatiana.
Le encanta Mallorca
Actualmente, se encuentra trabajando como la maquilladora de Marina Vich, la actual reina de Miss Baleares, quien está aprendiendo a maquillarse a través de las clases impartidas por la mismísima Tatiana. Aparte de guapa y simpática, Tatiana tiene las cosas muy claras: ama su carrera, que más que un trabajo es su pasión, y asegura que Mallorca es una isla maravillosa.
«Me encanta su clima, su cultura, las personas que he conocido aquí, y a pesar de que tengo clientes en diferentes países de Europa, por el momento me encuentro muy a gusto aquí, en la Isla. Y el trabajar por mi propia cuenta me permite una disponibilidad de tiempo para viajar y atender eventos en cualquier lugar». A Tatiana Arcila le deseamos lo mejor, que es que siga trabajando y triunfando con lo que más le gusta hacer.
Publicidad, no
A veces, cuando llegamos a casa y en la escalera echamos un vistazo al casillero de la correspondencia, nos encontramos con publicidad. En ocasiones, mucha publicidad. ¡Montones de publicidad!, lo cual, a muchos propietarios y/o inquilinos, no gusta. ¿Qué hacer, entonces, para evitar que te publiciten el buzón? Lo más normal –al menos es lo que se viene haciendo hasta ahora– es advertirlo con una nota en el cristal de la puerta: Publicidad, no. Por favor.
Dos ejemplos
Pero, como a veces, ni aun avisando de que no queremos publicidad, o de ‘absténganse, ¡por favor!, en dejar publicidad en los buzones', no hacen caso, los hay que hacen la advertencia con una mayor contundencia, advirtiendo de las consecuencias a los responsables de dicha publicidad que no atiendan a lo que dice el aviso. Y lo hacen así: ‘En este local no se admite publicidad, quien la ponga será denunciado'. O si no, tratando de echar la moral por tierra del que deja la publicidad, advirtiéndole que ‘No queremos publicidad', explicando, además, los motivos de por qué no la quieren: ‘¡No la leemos!'.
Pues eso, que más claro, agua... Aunque, seguro que en adelante, saldrán más frases al respecto. Y si no, al tiempo.
(Los carteles que aparecen en esta página nos los hemos encontrado en un local y en la puerta de un edificio de viviendas, ubicados en la zona centro de Palma).