Son Ferriol volvió este domingo por la tarde a ser escenario de la fiesta con motivo de la celebración de Sant Antoni. Cumpliendo con la tradición, y aprovechando el domingo para facilitar la participación de los vecinos, tuvieron lugar las beneïdes, que no se celebraban desde el año 2020, ya que a causa de la pandemia de la COVID fueron suspendidas el año pasado.
Como manda la tradición, ante la parroquia de Son Ferriol desfilaron muchos vecinos con sus mascotas, pero también animales de trabajo y alguno procedente de ganadería, y no faltaron las carrozas engalanadas para la ocasión.
Una tarde festiva que se completó con bailes a cargo de la Escola de Ball de Bot de sa Revetla, la rifa de una porcella y el darrer ball.