El pintor y escritor, además de exbancario, Gabriel Carbonell Sastre, hizo doblete. De la mano de Inma Bianchi, mostró públicamente sus últimos trabajos sobre lienzo –magníficos, dicho sea de paso–, además de su libro recién salido de la imprenta, La Barragana, presentado por Patricia Chinchilla.
Estamos ante un libro de lectura muy fácil y que atrapa al lector a partir del prólogo, que hay que leer, pues es básico a la hora de entender por dónde va la trama de la obra. Sí, porque la historia arranca a raíz de un manuscrito que al autor le dejó un amigo de la infancia, que lo encontró en una casa cuando trató de reformarla. Un manuscrito obra de un joven alemán, llamado Hans Meyer, enrolado en las Juventudes Hitlerianas, y que en 1944 es enviado al campo de Auschwitz, Polonia, concretamente a su Krematoriun número 2, para que, convertido en otro verdugo del Führer, mate en los hornos a judíos.
Meses después, liberado este campo por los aliados, el autor del manuscrito al ser interrogado por estos, descubre que es judío, y no solo eso, sino que, además de matar judíos, ha matado, entre ellos, a sus familiares, lo que le convierte en verdugo y víctima a la vez.
Con el tiempo, Hans conoce a la Barragana –o mujer que vive con un cardenal–, con quien emprende un viaje a través de media Europa tratando de localizar diez de las doce tribus de Israel, viaje en el que ella desarrollará un importante papel… Y hasta aquí podemos contar.
La duda
Tras la lectura, en la última página, Gabriel, el autor, escribe: «Todos los personajes de este libro pueden haber existido… O no». Por otra parte, Carbonell señala que está completamente convencido de la veracidad de los hechos.
«Es un documento –se refiere al manuscrito de Hans– que nunca podrá ser presentado a juicio, ya que ningún juez lo aceptaría como prueba válida. Sin embargo –añade–, a raíz de unos acontecimientos ocurridos recientemente –no indica cuáles son dichos acontecimientos– estoy convencido de que los hechos que se narran se corresponden con lo vivido por su autor….».
Por lo demás, Carbonell es un hombre feliz, dedicado en gran parte a sus ocho nietos y a seguir escribiendo, «en mallorquín y en castellano», y pintando. Porque tiempo e inspiración no le faltan.
Premio
El escritor mallorquín Tomás Moscardó acaba de ganar el certamen de relato corto organizado por la Editorial Ángels Fortune Editions, que va ya por su sexta edición.
El acto en que se dio a conocer el fallo del jurado tuvo lugar en el Palacio de Erisana, de Lucena (Córdoba). Moscardó consiguió el primer premio con Entre algodones, obra que discurre entre Palma y A Coruña, y que narra la historia de Yolanda y Miguel, ambos casados y que han superado los cuarenta, cuyas vidas, desde hace tiempo, están más que instaladas en la monotonía, y que, a pesar de sentirse atraídos el uno por el otro, ninguno se atreve a dar el paso, lo que les obliga a mantener una lucha interna entre lo correcto y su amor inconfesable.
Por otra parte, otra de las obras de Moscardó, 3MGH: Mireia desaparecida, thriller policiaco ambientado en Magaluf, quedó finalista en las categorías Obra del año y Obra más vendida en librerías. Dicha obra, protagonizada por el sargento Antonio Borrás, ha sido editada por segunda vez, y se espera que en 2023 alcance la tercera.
Cortas vacaciones
La actriz y modelo mallorquina residente en México DF Alicia Comas, está pasando –o ha pasado– unas cortas vacaciones en Mallorca, visitando a su familia y, de paso, recorriendo lugares entrañables para ella, como Valldemossa, y como no podía ser de otro modo, acercándose a emisoras de radio –Radio Murta– y televisión –Fibwi y IB3–, ya que la joven, profesionalmente, está triunfando en México, donde, poco a poco, se va haciendo un hueco en las telenovelas y series, y también como modelo. Porque habiendo desfilado ya en tres New York Fashion Week –en la última cerrando el desfile de Ágatha Ruiz de la Prada–, ha sido llamada para desfilar por cuarta vez, una cifra que no muchas alcanzan, y que debe de servir de motivación para las jóvenes modelos mallorquinas, porque si ella pudo, ¿por qué no vosotras…? Eso sí, llegar hasta ahí le ha supuesto estudiar Arte Dramático y dejar a la familia durante un largo periodo de tiempo. «Me gustaría trabajar en Mallorca –le dijo a Manu Blanco, en un catalán con pronunciado deje mexicano, cuando la entrevistó–, pero mis oportunidades están en México, por tanto, y por mi futuro, debo de sacrificar familia y amigos de aquí».
¡Eres una maldita!
Alicia, que tiene 24 años, y que nació en Son Dureta, comentó que a base de no pocos esfuerzos se está abriendo camino, porque, desfiles de moda aparte, Televisa le ha brindado la oportunidad de mostrar su faceta de actriz, y no la está desaprovechando, pues cada vez está más solicitada, «sobre todo –dice– para papeles de mala… En una de las series que he trabajado le grité a la protagonista: ¡Eres una maldita!, y el grito se popularizó entre la gente». La madre, que la acompaña a veces, comentó que «todo lo que está haciendo y consiguiendo lo está haciendo y consiguiendo a pulso, ella sola, con su esfuerzo».
Alicia señaló que, moda aparte, son bastantes los proyectos televisivos que tiene en marcha, aparte de que también cuentan con ella para presentaciones de actos. Es decir, que aunque lejos de casa, la vida le sonríe, de lo cual nos alegramos todos. Lo que no sabemos es si en su corta estancia en la Isla le ha dado tiempo para sumergirse en las aguas metida en su traje de neopreno y practicar uno de sus deportes favoritos, el buceo, y así contemplar las profundidades de nuestro mar. Y es que la agenda que se ha traído a Mallorca, además de corta en cuanto a días, venía muy llena de compromisos.