En una de las repisas de la floristería Eli, situada en Blanquerna, vemos una foto enmarcada en la que aparece el Papa Francisco con el dueño, Felipe Spyropoulos, un argentino de ascendencia griega –su familia procede de un lugar del Peloponeso– afincado en Palma desde hace años. Hace unos días, al pasar por su establecimiento para comprar unas flores, le preguntamos cuándo se la hizo.
Hincha del San Lorenzo
«Días antes de su consagración oficial como Papa, un amigo mío, de la ciudad de Buenos Aires, a la vez amigo suyo de la infancia, me llamó y me dijo que sacara un billete para Roma, que el Papa nos iba a recibir en audiencia privada. La verdad es que no me lo pensé, pues era una oportunidad única, así que saqué el boleto y me fui a Roma. El punto de encuentro con mi amigo, que llegó con otras cinco personas desde Buenos Aires, era en la puerta de Santa Marta, del Vaticano.
Tras pasar los controles de la guardia suiza, entramos en una dependencia, donde esperamos no mucho ya que a poco apareció él. Era media tarde. Después de la mañana tan ajetreada que había tenido, nos contó que tras el almuerzo se había retirado un rato a descansar. Hablamos en español, como no podía ser de otro modo, pues éramos todos argentinos. Y hablamos de cuando era joven y también de fútbol, del que es un gran aficionado e hincha del San Lorenzo, uno de los equipos de Buenos Aires, fundado por un jesuita, como él». El padre Lorenzo, nos dijo que se llamaba.
Schollas ocurrentes
Durante el encuentro, recuerda que les adelantó algunos de sus proyectos e ideas, «entre otros el de que iba a fundar las Schollas ocurrentes, a través de las cuales los alumnos, estuvieran donde estuvieran, se podían poner en contacto con otros alumnos, estuvieran donde estuvieran también. Fue un proyecto, que siendo arzobispo de Buenos Aires, puso en marcha bajo la denominación de Escuelas de vecinos y Escuelas de Hermanas, a través de las cuales, alumnos de escuelas privadas y públicas de todas las religiones y creencias del país, trabajaran por el bien común. Pues bien, siendo Papa pretendía extenderlo a todas las escuelas del mundo».
Nos recordó que hasta el día antes, Jorge Bergoglio, y a partir de ese día, Papa Francisco, se mostró en todo momento jovial y animado «atendiéndonos a todos por igual. De verdad que le vimos muy ilusionando y predispuesto». Y como no podía ser de otro modo, «todos quisimos hacernos una foto con él. Foto que está ahí –señala el estante- y que seguirá ahí mientras yo esté aquí».
Puesta de largo del Círculo de escritores de Mallorca
Días atrás, en las dependencias del Bar Mavi, tuvo lugar el primer encuentro de miembros del recientemente creado Círculo de Escritores de Mallorca. La iniciativa de poner en marcha dicho Círculo la tuvo Carlos Ordinas Noguera, que es escritor, y lo hizo con el fin de que los escritores que se sumen puedan reunirse una o dos veces al mes, «aunque solo sea para estar en contacto, cosa que ahora no ocurre –señaló–. Y si durante estos encuentros da lugar a iniciativas, mejor que mejor».
A esta primera reunión, endulzada por una rica ensaimada que nos mandó el repostero Ángel Cortés, asistieron Toni Oliver, María Dolores Cantero Tornero, Patricia Chinchilla, Pedro Prieto, Celia Velasco, Manuel Montoro Rodrigo, Carlos Penas, Carlos Ordinas Noguera, Juan Rodríguez Ruiz, José J. Méndez, Tomás Moscardó Gambín, Gabriel Carbonell Sastre, Mariana G. Espigares y Lluc Antoni Bibiloni Lemaire. Esta primera reunión fue, más que nada, una toma de contacto, sobre todo entre los que no se conocían.
Carlos Ordinas, tras la salutación en la que dio la bienvenida a todos, «con la esperanza de que en una próxima reunión seamos más», propuso que cada uno se presentara, e incluso que recordara los libros que había escrito, «y si tenéis alguna idea, o propuesta que hacer –les animó–, no desaprovechéis la ocasión».
Sin egos ni líderes
Se encargó de moderar la sesión Patricia Chinchilla, quien fue dando paso a cada uno de los allí presentes. Escuchados todos, tuvimos bien claro que uno de los dilemas a los que se enfrenta el escritor hoy, aparte de la soledad, sobre todo en cuanto a apoyos –concretamente apoyos oficiales, que en este campo, generalmente, brillan por su ausencia–, es en si buscar un editor, o si mejor auto editarse la obra, lo cual, en unos próximos encuentros, podría debatirse, puesto que si unos están satisfechos del resultado que les ha supuesto tener un editor, otros piensan todo lo contrario, que mejor editárselo uno. Y como encima entre los escritores asistentes hay uno que es editor, pues él puede ser parte de la solución, entre otras cosas porque tiene la editorial aquí, en la Isla, y se puede tratar con él directamente.
Se habló también de que el Círculo de escritores puede ser otro de los medios que el autor puede tener a la hora de difundir su libro, o de presentarlo, circunstancia en la que cualquier escritor le gusta verse respaldado por los colegas. Por ejemplo, Carlos Penas, que presenta su poemario Hoy te regalo el veneno del caramelo que me diste aquella noche de septiembre a las veintitrés horas, el próximo 10 de noviembre, en el Café Maura, a las siete de la tarde, sabe que gracias al Círculo va a contar que el apoyo de los colegas que asistieron a la reunión, cosa que ocurrirá en adelante con otros escritores que presenten sus obras.
Por último, señalar que en el Círculo no hay egos ni líderes, «sino que aquí todos somos iguales –señaló Carlos Ordinas–, con voz y voto, y que las reuniones, que se anunciarán previamente a través de la página que se ha creado en Facebook, pueden tener escenarios diferentes. La otra tarde en el Mavi, la próxima, quien sabe…
Pues ¡bienvenidos!