En el archivo del Banco de España, en la calle Alcalá (Madrid), se encuentran ejemplares de antiguos papeles financieros. Se trata de títulos de acciones, letras, billetes y documentos de esta institución que es ahora prácticamente simbólica. Entre los billetes de mil pesetas que ha ido editando el Banco de España destaca poderosamente la atención uno que se puso en circulación durante el 10 de mayo de 1907, cuyo diseñador y grabador fue el palmesano Enrique Vaquer Atencia (1874-1931) que llegó a ser director artístico o grabador jefe de la Fábrica de Moneda y Timbre, y del Banco de España, y discípulo de otro excelente dibujante y grabador también mallorquín, Bartolomé Maura y Montaner, a quien conoció en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Vaquer Atencia, que solía grabar a buril, tiene una obra artística muy valiosa en su género, hasta el punto que grabó documentos de garantía, billetes y sellos para varias casas londinenses, europeas y turcas. Su primer gran éxito fue la medalla de oro recibida en la Exposición Balear de 1903, donde presentó varias pinturas y dibujos. Alcanzó la cumbre en la Exposición Filatélica de 1922 celebrada en Madrid y fue un gran especialista en el grabado en talla dulce, técnica muy apropiada para hacer documentos de difícil falsificación.
Un mercurio
Publicó varios libros en la imprenta de José Tous, que estaba ubicada en la plaza de Cort, donde precisamente comenzó a editarse en 1893 Ultima Hora . En el billete de 1.000 pesetas grabado por Vaquer se aprecia un Mercurio sosteniendo el mundo (alegoría del comercio) y en el reverso una matrona junto a un león que viene a ser una representación de España. Su sello más famoso es el retrato de Cervantes y su grabado más importante es el que nos muestra a Quevedo.