Este viernes fue un día de Sant Joan especial, extraño, en Ciutadella, aunque ello no fue óbice para que se cumpliera meticulosamente todo el protocolo de la jornada. La primera alteración fueron los cambios en la Junta de Caixers, de los que tuvo que recurrirse a los suplentes del senyor, fadrí, capellà y pagès de Migjorn por diversos motivos, cuatro de los seis titulares. El caso más llamativo fue el de sa capellana debido a la afección por COVID, aunque ello no impidió que Antoni Fullana presidiera la celebración eucarística con la preceptiva mascarilla protectora.
El otro aspecto que marcó la jornada fue el desgraciado accidente que se produjo durante los ensayos del Jocs des Pla, cuando una pareja de jinetes que hacían el córrer abraçats arrolló a una espectadora. Uno de los jinetes fue ingresado en la UCI y la mujer trasladada a Palma en un avión ambulancia. Estos incidentes, no interrumpieron el protocolo festivo de la jornada. Así, el fabioler Juanlu Gelabert solicitó el correspondiente permiso a Biel Saura, hermano del caixer senyor, para el replec. Eran los ocho de la mañana.
Las calles de Ciutadella eran ya desde primera hora un auténtico bullicio, el ambiente se caldeaba para el espectacular caragol de Santa Clara, que tuvo lugar en torno al mediodía y cuando el calor más apretaba. Antes, en la Catedral, se ofició la tradicional missa de Caixers con la solemnidad propia del momento. Fue el paréntesis a una mañana frenética que culminó, por la tarde, frente a la sede del Ajuntament ciutadellenc, donde los cavallers se reunieron en la Plaça des Born. Este fue otro de los momentos culminantes de la jornada.
Los Jocs des Pla, que comenzaron más tarde de la hora prevista, pusieron emoción en el final del día, cuando los jinetes trataban al galope de acertar las anillas o golpeaban las carotes y atravesaban abrazados el largo pasillo jalonado de miles de visitantes. Con la advertencia de lo ocurrido por la mañana no se registraron incidentes destacables, entre otras razones porque este año, al igual que en ediciones anteriores, se han esmerado las medidas de seguridad y prevención para limitar los riesgos. Los Jocs des Pla se prolongaron hasta más allá de la medianoche como telón de fondo de un Sant Joan especial.