Considerada como la mejor jugadora de waterpolo del mundo en los años 2005, 2007, 2008 y 2011, y capitana de la selección española, Blanca Gil disfruta de un gran momento personal y profesional. Tras anunciar su retirada de la alta competición en 2015 y después de 12 años viviendo en Italia, siendo la gran estrella del Catania de waterpolo, se trasladó a Mallorca para proponerse un nuevo reto, ascender al Waterpolo Mallorca Club a Primera División. Además de conseguir su objetivo –actualmente el equipo lucha por mantenerse en Primera División–, Blanca Gil se especializó en nutrición deportiva y ayuda a deportistas a cuidar y mejorar su alimentación.
P: ¿Por qué elige nutrición deportiva?
R: Mi madre nos inculcó desde pequeños una nutrición saludable y natural, libre de procesados, químicos y comida basura. En mi carrera deportiva me ayudó a tener máximo rendimiento y evitar cualquier tipo de lesión.
P: Es nutricionista en el equipo de fútbol sala Palma Futsal...
R: Sí, de los futbolistas del Palma Futsal, y también de atletas profesionales de cualquier modalidad, algún campeón olímpico de taekwondo del Club Elite Ramos y Brigitte, de opositores a bombero o cualquier persona que desarrolle una actividad física.
P: ¿Cuál es el alimento que más le cuesta a la gente quitarse?
R: Normalmente el dulce, pero a la que empiezan la planificación saben a lo que vienen. Depende mucho del carácter de cada paciente. Juega un papel muy importante el saber motivar a la persona y los objetivos vendrán compensados. Valdrá la pena hacer el esfuerzo.
P:Pronto llegará el verano y muchos querrán lucir palmito, ¿qué consejo les da?
R: Mi consejo es cuidarse todo el año, no ir al último momento. La constancia es la clave, y evitar el efecto rebote. Comer carbohidratos, proteínas y lípidos en su justa medida, dependiendo de la cantidad de energía que gastemos. Ingerir variedad de frutas y verduras. Evitar los alimentos procesados y refinados, el azúcar, alcohol, tabaco…Hacer ejercicio físico y descansar. Todo el mundo sabe estas cosas, ahora solo hay que aplicarlas para mejorar nuestra salud y condición física.
P: ¿En algún momento de su carrera deportiva pensó en tirar la toalla?
R: Sí, en varias ocasiones de mi carrera. Después de tres meses tras empezar en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, con 16 años, en Barcelona. Quería abandonar y volver a casa. Mis padres me convencían de que debía ser fuerte y seguir. Físicamente y mentalmente era muy duro estar sola sin conocer a nadie en el centro. Poco a poco fui haciendo amistades con otros deportistas que a día de hoy son como hermanos.
P: De sus éxitos y trofeos, ¿cuál es el más especial?
R: El bronce conseguido en el Mundial de Canadá 2003, y haber sido elegida en aquel mismo campeonato mejor jugadora del mundo (All Star Dream Team). Fue un shock el asimilar un triunfo tan grande. En ese instante decidí intensamente que me dedicaría al waterpolo y que cada campeonato tenía que ser la mejor y aportar el máximo para el equipo con el que jugara. No puedo expresar la inmensa satisfacción y seguridad que obtuve en mí misma a partir de ese momento tan importante. Me sentí como invencible y muy poderosa, y esas son sensaciones y emociones que no se pueden expresar solo con palabras.
P: ¿Hay muchos codazos y pellizcos debajo del agua?
R: Hay de todo, patadas, codazos, mordiscos, pellizcos, tirones, puede ser un espectáculo y exhibición al desnudo.
P: ¿Alguna manía antes de competir?
R: Lavarme los dientes antes de cada evento. Y en cada partido la misma jugadora y compañera de equipo me tenía que subir la cremallera del bañador.
P: ¿Cuáles son sus otras pasiones?
R: Muchas, en especial el ballet clásico y la historia del arte.