El Pati de La Misericòrdia volvió a acoger la Nit del Vi, en la más absoluta normalidad, tras dos años de ausencia debido a la pandemia. El presidente de Petits Cellers, Guillem Vicens, se mostraba satisfecho con la gran acogida de visitantes, desde la apertura de puertas, ávidos por conocer las nuevas propuestas de las 36 bodegas participantes. Esta XV edición de la Nit del Vi fue inaugurada con el reconocimiento, por parte de la Associació Petits Cellers, al restaurante Mare Nostrum, de sa Pobla, que recogió Moisés Plazas, chef y propietario junto a su socia, Cristina Burgués. «Sin duda es un reconocimiento que recibimos con mucho cariño. Desde el principio, hace diez años, hemos apostado por una carta de vinos solo de Mallorca y cocina mediterránea. Actualmente contamos con alrededor de 80 referencias», comentó Moisés Plazas.
Hasta 260 vinos diferentes se dieron a catar a los asistentes que a su llegada obtuvieron una copa conmemorativa de recuerdo, y para poder degustar los vinos. Nuevos caldos que acapararon el interés de residentes y turistas, quienes pudieron informarse y charlar con los propios bodegueros. La Nit del Vi 2022 mostró su parte más solidaria aportando 10 de los 15 euros de la entrada-donativo a la Fundación Hope Mallorca, presidida por Heimke Mansfeld, quien agradeció la ayuda para seguir con la labor de adquirir alimentos para personas necesitadas, entre otras acciones. La fundación instaló, en el centro del Pati de La Misericòrdia, un puesto para recaudar fondos con la venta de coques de trempó, panades, tortillas, etc, y raciones de corte de jamón a cargo de Héctor Real. La velada fue amenizada a ritmo de música jazz por el trío Desitjazz.
Moisés Plazas, tercero por la izquierda, con las autoridades.
Grupo de amigos brindando con una copa de vino.
La presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera, acompañada por el presidente de Petits Cellers, Guillem Vicens; el conseller de Promoció Econòmica del Consell, Jaume Alzamora; la consellera d'Agricultura, Pesca i Alimentació del Govern, Mae de la Concha; y el presidente de Pimeco, Toni Fuster, visitaron cada uno de los puestos participantes, catando algunos vinos. La Nit del Vi fue también motivo de reencuentro para muchos grupos de amigos y conocidos que, sin mascarilla y pudiéndose abrazar y besar, brindaron por el buen ambiente festivo y de nueva normalidad. Brindis y sonrisas, deseando salud y destacando la gran calidad de los vinos de estos pequeños cellers de Mallorca.