Dos mitos del cine actual como Will Smith y Bruce Willis han sido noticia estos días, casi al unísono. El primero por la bofetada de los Óscar, y el segundo por otra bofetada que en este caso le ha dado la vida. El conocido actor norteamericano sufre afasia, tal y como ha confirmado su entorno más cercano, algo que le imposibilitará continuar con su trayectoria interpretativa. Pero él no es el único rostro conocido que ha tenido que enfrentarse con este problema cognitivo asociado al lenguaje.
Curiosamente, algunos compañeros de profesión de Bruce Willis han sufrido afasia, incluyendo episodios pasajeros que al superarlos les han permitido reencontrarse con su actividad profesional. No ha sido el caso, por desgracia, de Josep Lobató, presentador de televisión y locutor de radio de éxito en nuestro país hasta que la afasia irrumpió en su vida y acabó por retirarlo, ante la imposibilidad de expresarse como solía hacer.
Emilia Clarke era una actriz británica de trayectoria discreta hasta 2011, año en que empezó a dar vida a Daenerys Targaryen en la serie Juego de tronos y todo el mundo empezó a amarla. Pero no todo fue coser y cantar. Durante el exigente rodaje de la producción basada en las novelas fantásticas de Canción de Hielo y Fuego Clarke sufrió dos aneurismas, que durante un tiempo la hicieron enfrentarse con la afasia. Tal fue su experiencia que, al recuperarse, ha creado entidades benéficas para contribuir a paliar los daños de la afasia en las personas que la sufren.
La fama le llegó a Sharon Stone a nivel mundial hace décadas. La popular actriz americana sufrió un derrame cerebral que le ha reportado algunas secuelas, las cuales ella misma ha comentado en alguna ocasión. Nada más saber que había sufrido el accidente cardiovascular el propio médico le advirtió que perder la facultad del habla era una de las posibilidades. Salió del hospital tartamudeando y sin conseguir leer. Por delante quedaba un largo camino de reconstrucción propia y de lucha contra este trastorno, aunque según ella misma reconoce no es la misma persona que solía ser.
Uno de los casos más extremos conocidos lo hallamos en Alicinha Cavalcanti, una popular promotora de eventos brasileña que murió en agosto del pasado año a la temprana edad de 58 años tras un tiempo retirada de la vida pública con una afasia progresiva primaria, un caso degenerativo y raro de la enfermedad. Según precisan los especialistas médicos en la materia, en la mayoría de casos las afasias son provocadas por ictus, traumatismos o tumores.