Hace unos días os adelanté que Patricia Chichilla estaba terminado un libro, Sin reglas lo ha titulado, referido a la infidelidad entre parejas que han alcanzado la andropausia y la menopausia. Es un libro entrevista en el que sobre esta temática son preguntados siete mujeres y siete hombres. Aunque, a decir verdad, Patricia comenzó entrevistando a 200 personas, entre 45 y 70 años, de las que, tras escucharlas, seleccionó a 50, de las cuales han quedado catorce y doce de ellas dan sus nombres y apellidos. Por tanto, más real no puede ser su contenido.
Además, pensamos que es la primera vez que se escribe un libro así, basado en experiencias propias, con nombres y apellidos de quienes lo cuentan, lo cual, aunque solo sea por curiosidad, pesará a la hora de su difusión… Que no sabemos cuándo será, pues la autora está dándole el último repaso, aunque de ahí a la edición no faltará mucho tiempo. Para hablar de todas estas cuestiones, más lo que fuera surgiendo, nos reunimos con ella la otra tarde.
Un tanto reacias
Patricia llegó acompañada de uno de los protagonistas del libro, uno de los siete, que además da nombre y apellido, pero que nosotros vamos a mantener en el anonimato hasta que se publique. Pero os adelantamos que es persona muy conocida, de 62 años, y que ha publicado varios libros. ¡Ah!, y que ha sido infiel en dos ocasiones, siempre con mujeres, en edades menores que él. «Chicas de 18 años, las dos –nos dice–, una de ellas, pese a su juventud, con un currículo amoroso impresionante, que llevaba anotado en una libreta. Chicas que vinieron a por mí estando yo en una relación», matiza.
En primer lugar, Patricia señala que uno de los obstáculos con los que se han encontrado a la hora de hablar con ellos sobre la infidelidad «es que la gente es un tanto reacia cuando ha de abordar temas personales, y más si son sobre sexo, y encima saben que van a ser publicados. Y ya no te cuento si han de dar nombre y apellidos. Y aparte de eso, existe el temor a que te comparen con otros/as. ¡Ah!, y tampoco puedes mentir, pues si lo haces, como lo puede leer otro que te conozca, te puede delatar, diciendo que lo que dices no es la verdad».
Destaca también Patricia que a la hora de hablar de infidelidades, «la mujer es más sincera que el hombre. Porque la mujer, si no lo siente, no lo cuenta. El hombre, en cambio, fantasea. El hombre, además, es más infiel que la mujer. Porque si tiene ganas, y no tiene con quién satisfacerse, paga el servicio de una prostituta para desahogarse. La mujer, en cambio, no. O no tantas veces como el hombre. Por otra parte, la mujer suele llevar mejor una relación sexual sin orgasmos con su pareja, en cambio el hombre, no. El hombre, generalmente, si no se ve satisfecho, busca la satisfacción en otra parte. Otra diferencia es que a la mujer le puede la familia, el qué dirán… Si una mujer termina engañando al marido con otro, es porque se ha enamorado de este, o porque entre ambos hay un sentimiento. También da ese paso porque considera que su matrimonio ha fracasado, de lo cual, en parte, se siente culpable. En cambio, el marido engaña por engañar, por no encontrar en casa lo que busca… Sin que con ello pretenda dejar a la mujer, sino que, generalmente, lo hace porque tiene ganas, se satisface, y si no queda otro remedio, paga por ello y aquí no ha pasado nada. Tampoco le preocupa la edad de ella… ¡Hombre! Si es menor que él, mejor. Pero tampoco importa, eh… Pues al fin y al cabo, ante todo, lo que más quiere es satisfacer su ego».
Ella y los cuentos de hadas
Muchas mujeres, dice Patricia, a raíz de las conversaciones que ha mantenido con ellas, «incluso la mujer de hoy, sigue creyendo en cuentos de hadas, pensando que el hombre se lo va a dar todo, pero cuando ve que una y otra vez no es así, cuando percibe que él va a lo suyo, igual si surge un tercero podría iniciar una relación con él, aunque no se precipita, deja que fluya… Porque a pesar de que vea que su matrimonio está más que roto, debe de ser cauta».
Y sobre los prolegómenos del encuentro sexual, el hombre es más del aquí te pillo y aquí te mato, y hasta la próxima… O del empotramiento, del que es más partidario que ella, que prefiere más que todo comience antes de, por ejemplo, ir a cenar. Que la preparación de lo que va a ser se manifieste con antelación a lo que va a ser… Que empiece por la mañana, por ejemplo… Que comience con una llamada, o con un mensaje… Y ya no te cuento con unas flores… Porque el órgano sexual también está en el oído: la mujer se siente mejor, está más predispuesta, si escucha cosas bonitas, algo que a veces se le olvida al hombre, que como he dicho, va más a lo suyo». En cuanto a precauciones a la hora de ser infiel, a más edad, más precauciones, y no por temor a quedarse embarazada, pues es menopáusica, sino por miedo a pillar alguna infección. «En cambio, la mujer joven, a la hora de ser infiel, es precavida sobre todo para no quedar embarazada. Sí, le teme más a un embarazo que a una enfermedad venérea».
‘Hacerlo' en un cementerio
¿Y el lugar para las infidelidades…? ¿Cuál es el mejor…? ¿O vale cualquiera…? «La mujer es más selecta –apunta Patricia–. Busca algo más íntimo. Para el hombre, en cambio, eso no es prioritario. Uno de los siete me cuenta que lo hizo en un cementerio». Patricia se ha encontrado entre los entrevistados con algunos casos de que el paso hacia la infidelidad ha venido a causa de que ambos, a primera vista, se han hecho tilín, se han gustado nada más verse.
Por lo demás, las mujeres no suelen tener sexo con su pareja inmediatamente después de serles infieles. Sobre todo a la mujer, incluso en el caso de que su novio o marido se lo pidiera, siempre se le ocurrirá una excusa para evitarlo. Al hombre, en cambio, no le importa tener sexo con la mujer, incluso el mismo día de haberle sido infiel. Para finalizar, abordamos el tema de la culpabilidad. ¿Quién se siente más culpable tras haber sido infiel…? «Tanto ellos como ellas suelen sentirse culpables, aunque ellos lo llevan mejor». Lo dicho, dará que hablar.
El apunte
Reunión sobre la ameloidosis, enfermedad rara
El pasado 28 de febrero se celebró el Día Mundial de las Enfermedades Raras. Según nos cuenta María del Carmen Nadal Massanet, presidenta nacional de la Asociación Española Amilo, que engloba a enfermos de ameloidosis, una enfermedad producida por una proteína que fabrica el hígado y la retina ocular, que se deposita en determinados órganos impidiendo que funcionen correctamente. Afectados por esta dolencia, en versión hereditaria, hay en la Islas unas 300 personas, más otros tantos de otros tipos. Anuncia Mari Carmen Nadal que, con el fin de difundir esta enfermedad, el lunes próximo 7 de marzo, en el castillo de Sant Carles (Portopí), a partir de las 16.30 horas, tendrá lugar una reunión al respecto a la que asistirán la doctora Sampol, hematóloga de Son Espases, y el doctor Pons y la doctora Fortuny, ambos de Cardiología. Mari Carmen Nadal recomienda la asistencia al acto a las personas y familiares que de forma directa o indirecta se vean afectados por esta enfermedad. También se recomienda la asistencia a médicos.