Manel Domenech, de Arruix Borbons, es un tío genial, sobre todo a la hora de opinar sobre temas de actualidad. Por ello hay que escucharle. Habla de las cosas con sensatez, sin ofender ni zaherir, ni tampoco hace astillas del árbol caído, como es el caso que hace que le llamemos: que lo que no está pudiendo la República –le decimos– lo está consiguiendo la propia Familia Real o la Familia del Rey: autodestruirse. Primero con el divorcio –no se sabe por qué (dicen porque se acabó el amor)– de Elena de Borbón y Jaime de Marichalar. Luego por las andanzas que le atribuyen al emérito –caza mayor en África, Corinna, estancia en Emiratos, cuentas corrientes, etc– y ahora con la ruptura matrimonial de la infanta –e hija menor de Juan Carlos y Sofía de Grecia y Dinamarca– Cristina de Borbón con Iñaki Urdangarin, de profesión jugador de balonmano del Barça, de la selección española y del equipo olímpico y una vez casado, empresario y promotor que terminó en la cárcel tras una sonada instrucción del ‘caso Nóos' y procesado por el mismo, y que a poco de disfrutar el tercer grado, va y la monta gorda al ser pillado con una joven cogidos de la mano, lo que ha desembocado, en principio, en separación matrimonial, y más adelante ya veremos.
Que los manden al paro
Manel escucha con atención esta especie de introito, y… «Bueno, pues si hay unos servicios sociales para familias desestructuradas a causa de diversas circunstancias, lo de esta familia –se refiere a la Real o a la del Rey– también es un problema de servicios sociales, ya que por muchas razones: intereses, negocios, influencias, vanidades, ganas de figurar, etc, han terminado por auto desestructurarla, pero por la parte opuesta a la de la anterior. Por tanto, como solo les interesa eso, habría que bajarla del pedestal, enviarla al paro y que sus miembros aprendan a vivir como la gente de a pie. Y es que la mentira de la Monarquía lleva a esto, a que se desestructure por sí sola…».
Tampoco le ha sorprendido a Manel que la primicia de la separación de los Urdangarin Borbón la haya dado una revista del corazón, y no, por ejemplo, el Telediario. Y razona por qué la causa han sido unas fotos de él con otra mujer, y que la información que ha salido a raíz de la publicación de dichas fotos, «haya sido gracias al trabajo de periodistas especializados en temas del corazón y canas al aire».
Las fotos y Urdangarin
Dejando muy claro que es una opinión muy personal, Manel cree que las fotos aparecidas en la portada de una revista del corazón que han causado la ruptura «han sido provocadas por él, por Urdangarin, pues gracias a esa publicación, dos o tres días después, ha conseguido lo que pretendía: la separación de su esposa, Cristina». Aunque tampoco descarta lo de la cortina de humo. «Mientras en el país se habla de las fotos, y de la separación, cosa que hacen a diario todos los medios, sean escritos, sean audiovisuales, no se habla de otras cosas, como la detención de un conocido traficante, parece que amigo de gente de las alturas de este país…».
Ucrania, Rusia y la OTAN
O de la guerra, posiblemente mundial, que se avecina –le decimos–, guerra de rusos contra ucranianos, a la que se apuntan los Estados Unidos y la OTAN, y con esta, nosotros, España, que dicho sea de paso nada tenemos que ver con ninguno de los dos contingentes, entre otras cosas porque los ucranianos, hoy, no son OTAN, ni los rusos tampoco. «Bueno, pero esto no me sorprende. Primero, ¿recordáis lo de ¡OTAN no, bases fuera!, y luego, los mismos que estaban en contra, por considerar que no era malo para el país, se pusieron a favor, por lo que, ¡OTAN, sí!? ¿Y os acordáis, más tarde, la foto de las Azores a causa de unas armas de destrucción masiva que nunca existieron? Pues ahora tenemos que España, como es de la OTAN, no solo manda una fragata al Mar Negro, sino que la ministra de Defensa habla de enviar aviones y más soldados, lo cual cuesta mucho dinero, que de alguna parte ha de salir… Mientras, en Palma tenemos lo que fue cuartel de Son Busquets, solar que el Govern o el Ajuntament podrían hacer que sobre él se construyan casas sociales, que falta hacen, pero se quedan con los brazos cruzados a la espera de que salga el mejor postor y lo compre, y así, entre otras cosas, pagar guerras…».
El apunte
Unas simples sugerencias
Seguimos con alcorques y árboles a plantar en ellos, y de los olvidos que se convierten en hábitos. Nos parece muy bien la idea de los árboles a plantar en Palma que ha tenido el alcalde, el socialista José Hila, pero, antes de plantar nuevos, habría que hacer un repaso de los alcorques que carecen de ellos. Que los hay. Hace unos días comentamos que en el Passeig Marítim del Molinar había, por lo menos, 30 alcorques sin árboles, y que algunos árboles plantados en esa zona no gozan de la mejor salud, por lo que no estaría de más echarles un vistazo. Por otra parte, están los alcorques vacíos frente al Palau de Congressos. Aparte de que es una pena verlos así, de haberlos plantado ya, estarían crecidos y darían otro aire al lugar. En cuanto a los descuidos que se convierten en hábitos, traemos a colación las vallas que se destinan para acotar algo, pero que se quedan donde han sido utilizadas, olvidadas, lo cual da a entender que podría haber cierta dejadez a la hora de retirarlas. Vallas que vemos muy a menudo, y algunas desde hace semanas, sobre el césped y aledaños del Parc de la Mar. Por ejemplo.