Espíritus y monstruos deambularon este domingo por la noche con total libertad, por las calles de las barriadas de Palma y pueblos de toda Mallorca. Una velada que lejos de causar terror despertó muchas sonrisas, algún susto y repartió muchos caramelos. Pequeñas brujas, esqueletos, zombis, etc salieron a la calle, acompañados de sus padres, en busca de golosinas. Halloween apareció, de manera tímida, en la Isla, hace unas dos décadas y cada año son más los niños, jóvenes y adultos que preparan máscaras y disfraces para salir a la calle o acudir a una fiesta, incluso pasar el fin de semana en un hotel donde las actividades y talleres tienen una única temática.
La víspera del día de Tots Sants registró este año una gran participación, animados por el buen tiempo y temperaturas agradables a estas alturas de año, y sobre todo por una noche de miedo libres de restricciones sanitarias. Pero en líneas generales no se perdieron de vista las mascarillas ni se olvidó la distancia social de seguridad, como medida de preventiva. A diferencia de otros años, no se organizaron grandes eventos vecinales y aunque hubo algunos túneles y casas del terror predominó la responsabilidad de la gente.
A última hora de la tarde, y ya con la caída del sol, niños disfrazados de drácula, vampiros, brujas, demonios, katrinas, novias de la muerte, etc., llamaban a las puertas preguntando ¿truco o trato?, con el objetivo de recoger caramelos o dulces a cambio.
En zonas como Son Ferriol, Marratxí, Cas Catalá, Génova, Puig de Ros, Maioris, La Vileta, Son Roca o Secar de la Real, etc muchos garajes, locales y fachadas de viviendas fueron decorados para la ocasión. Telarañas por las paredes y techos, algún murciélago, cadáveres y esqueletos colgando, lápidas y calabazas animaban un ambiente en el que los pequeños cargados con bolsas de caramelos disfrutaban junto a los amigos. Los padres atento en todo momento de los pequeños acompañaban a los pequeños monstruos.
Este año al coincidir Halloween en fin de semana, muchos hoteles aprovecharon para realizar una última oferta de cierre de temporada. Talleres, actividades y actuaciones musicales amenizaron las ofertas hoteleras como en el caso del Blau Colonia Sant Jordi, donde, a modo de juego, los participantes debían averiguar quién ocasionó la quema de un famoso circo que –cuenta la leyenda– habitaba en 1921 en aquella zona. En el lujoso hotel Es Ratxò, en Puigpunyent, los huéspedes fueron sorprendidos con una exquisita propuesta gastronómica y una ambientación terrorífica muy bien lograda, además de un taller floral. El hotel Condesa del puerto de Alcudia también dio una fiesta de muerte a todos sus huéspedes con una divertida animación.
Fantasmas con mucha marcha
Los locales de ocio y discotecas del Passeig Marítim de Palma acogieron a muchos noctámbulos, algunos disfrazados, entre los que se encontraban mucho fantasma y más de una bruja. Camareros y clientes se animaron a celebrar una festiva velada donde se apostó por la indumentaria cómoda y mucho maquillaje facial. Catrinas y rostros de muertos vivientes con látex y sangre putrefacta fueron la opción de muchos. En la zona de Santa Catalina muchos noctámbulos vibraron con el buen ambiente en los locales copas y restaurantes, aunque fue a partir de la media noche cuando se vieron más monstruos caminando por las aceras o disfrutando de copas con amigos en las terrazas.
Una fiesta en la que algunos lo dieron todo, bebiendo y bailando, y terminaron muertos sabiendo que este lunes es festivo. Aunque algunos tendrán que ir de visita al cementerio.