Tras más de ocho meses cerradas, este jueves las taquillas de Palma Aquarium se reactivaron con colas de turistas nacionales y extranjeros ávidos por visitar el acuario. En su interior, el público disfrutó de la variada fauna y flora que habita sus tanques, que han sido mantenidos con esmero durante este largo periodo de inactividad.
Tal y como explican desde la dirección del centro, el aforo actual se sitúa en el 50 por ciento, unas 1.600 personas, y esperan que pronto se amplíe a un 75 por ciento. En cuanto a la plantilla, en Palma Aquarium han empezado con una actividad gradual, con un nuevo horario de jueves a domingo, y esperan que el 60 por ciento de sus trabajadores estén trabajando en poco tiempo: «Si las expectativas siguen cumpliéndose, la idea es reprender la actividad de lunes a domingo. Hasta la pandemia siempre estuvimos abiertos los 365 días del año», aseguró Joan Rams, director general del centro, que tiene esperanza en esta temporada: «Creemos que somos un destino turístico seguro, y si la vacunación avanza como debería y se logra proyectar una sensación de seguridad, esta será una temporada turística razonable».
Durante este periodo de inactividad, buena parte de los esfuerzos del personal de Palma Aquarium han recaído en el mantenimiento de los tanques y el cuidado de todas las especies que los habitan: «Han sido meses de mucho esfuerzo. Hemos estado divididos en equipos para evitar que, en caso de de contraer el virus, los animales se quedasen sin cuidadores», explicó Diana Alonso, bióloga y coordinadora de los cuidadores del centro.
Asimismo, Palma Aquarium trae algunas novedades esta temporada, como un nuevo tanque dedicado al coral rojo, así como una exhibición divulgativa bautizada como ‘El Desierto Azul’, en la que se explica qué animales conviven en el mar abierto del Mediterráneo.