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Legado de un 'mestre d'aixa'

Antoni Pep Munar entrega al Museu Marítim la colección de su padre, Antoni Munar ‘Boliquet'

Antoni Pep Munar, junto a algunas de las herramientas. | P. PELLICER/ R. LEON

| Palma |

Sin poder ocultar su emoción, Antoni Pep Munar hizo este martes entrega de la colección que atesoró junto a su padre, el mestre d'aixa Antoni Munar Colom ‘Boliquet' y el mestre de éste, Antoni Llonch Vich, quien ya se dedicaba a este oficio a finales del siglo XIX.

La colección está formada por 684 piezas y está dividida en cuatro bloques: piezas de mestres d'aixa; piezas de calafate de Llonch Vich; piezas de aparejos de pesca y herramientas de navegación para embarcaciones menores. Además, está clasificada e inventariada, y parte de estas piezas estarán expuestas en la sede del Museu Marítim de Palma, en ses Voltes, que acogió ayer por la mañana el acto de cesión, al que asistieron la presidenta del Consell de Mallorca, Catalina Cladera; la presidenta del Consorci del Museu Marítim de Mallorca, Bel Busquets; la directora insular de Cultura, Maria Pastor, y el director del Museu Marítim de Mallorca, Albert Forés.

La colección consta de casi 700 piezas y todas están inventariadas.

«Todas las piezas cuentan con un gran valor sentimental para mí y el hecho de volver a tocarlas y sentirlas me ha gustado mucho. La pena es que mi padre, que tiene casi 90 años, no nos haya podido acompañar en este día tan especial», comentaba Antoni Pep, quien también se dedicó a este oficio. «Siempre me había gustado, pero mi padre no quería que lo aprendiera porque es muy duro. Yo ya tenía un trabajo, un buen trabajo, pero durante muchos años compatibilicé mi labor de bombero con éste».

Munar también quiso recordar la figura de su mestre de calafate, Miquel Lliteres, y al coger entre sus manos algunas de las herramientas, comentó la gran calidad de ellas. «Algunas, a pesar de tener más de 100 años, se podrían seguir utilizando hoy en día», explicó, y destacó cómo el período de la Guerra Civil y la postguerra «fue muy duro porque escaseaban las piezas y fueron unos años donde hubo mucha inventiva y reciclaje».

Catalina Cladera agradeció la donación a la familia Munar, «una transferencia de conocimiento que enriquece no sólo el fondo del Museu Marítim de Mallorca, sino que es un acto de generosidad en una jornada como hoy (por este martes) donde se celebra el Día Internacional de los Museos».

Cladera habla con Munar en presencia de Forés y Busquets.
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