Durante más de diez años, Carlos Madrigal (Palma 1975) ha vivido y trabajado como actor y modelo en México y Miami. Desde hace poco más de un año, en las Navidades del 2019, el mallorquín regresó a la Isla para quedarse. Pese a ello, poco antes de partir de México realizó un cásting para interpretar al abogado del cantante Luis Miguel en la serie que produce Netflix, cuya segunda temporada se estrenó la pasada semana en España con éxito.
«Fue todo muy rápido. La verdad es que para realizar el papel de letrado improvisé bastante. Yo ya estaba pensando en viajar a Mallorca, y aún así, me presenté al casting. Pasadas unas semanas, me llamó mi manager para decir que me habían seleccionado. Y si he de ser sincero, lo rechacé, pero me doblaron lo estipulado en el contrato y acepté». El pasado 16 de abril la plataforma Netflix estrenó la segunda temporada de Luis Miguel, la serie, una historia sobre el cantante mexicano, autorizada por el propio artista. Episodios que profundizan en la vida íntima y profesional del enigmático, elusivo y a la vez idolatrado cantante.
Plataforma al éxito
El protagonista de la serie y quien interpreta a Luis Miguel, es el actor Diego Boneta. «Ahora mismo se lo rifan en América. Todo el mundo quiere trabajar con él. Su popularidad ha subido un mil por cien. ¿Que como fue rodar con Diego Boneta?, pues muy fácil. Es todo un profesional y confieso que en este mundo me he encontrado de todo, pero con Boneta fue sencillo, incluso propuso cosas y todo fue rodado». La grabación, no exenta de secretismo y contratos de confidencialidad, fue intensa y todo el equipo trabajó día y noche durante un año. «Mi papel es rápido. Creo que tan solo salgo en dos capítulos y lo grabé todo en un solo día. Luego volví a Mallorca». Carlos Madrigal interpreta a un abogado de Madrid, aunque se rueda en México DF, y su cliente, Luis Miguel, le pide que defienda a su hermano, el cual quiere ser cantante y al entender del artista está siendo explotado y rodeado de malas influencias, como él lo había sido anteriormente».
Respecto a la figura del cantante, Madrigal afirma que «aunque las canciones de Luis Miguel no eran lo mío, cuando yo era más joven, con una cena romántica y una canción de él, muy mal se tenía que dar para no ligar» –sonríe–. Nada más emitirse el tercer capítulo de Luis Miguel, la serie, el pasado domingo, Carlos recibió una llamada de su manager para dos nuevos papeles. «Ahora mismo tengo dos propuestas para series en Telemundo. Una de ellas es para protagonista, pero no puedo desvelar nada más, salvo que una va de bomberos y otra es una comedia romántica».
Su camino en el mundo de la moda comenzó a los 16 años de edad. «Salí en la portada de una revista alemana y luego gané el concurso de Top Model España, que se celebró en Marbella. A partir de ahí me marché de Palma a Madrid y comencé a trabajar en el programa Sorpresa, sorpresa, que presentaba Isabel Gemio. Durante esa época hice más de 50 anuncios publicitarios».
Sobre la pasarela llegó a desfilar para la firma Armani. «Estuve un año en Milán y allí desfilé para las mejores marcas de moda. Sin embargo quise estudiar Arte Dramático y me fui a Madrid. Trabajé de camarero y modelo para pagar mis estudios y luego marcharme a México y Miami, donde he estado diez años rodando muchas series y anuncios».
Pese a las ofertas que pueda tener, Madrigal tiene muy claro que quiere pasar un tiempo en su tierra natal. «El ego de un artista es querer siempre más y ahora me encuentro en una etapa de mi vida en la que lo primero es estar con mi familia y vivir aquí».
El actor y modelo mallorquín ha pasado por diferentes registros, «he tenido la oportunidad de hacer papeles de bueno y de malo, pero me gustaría hacer más películas de acción. En spots he realizado escenas de riesgo y aunque he corrido peligro, nunca he querido que me doblara un especialista».
En uno de sus mejores momentos profesionales, Carlos Madrigal estudia nuevos proyectos en Mallorca que nada tienen que ver con los rodajes pero en los que se encuentran involucrados famosos y actores conocidos en Hollywood.