Començam, faixes posades. Con estas palabras convertidas casi en un ritual empezaban los ensayos de los Castellers de Mallorca antes de que la pandemia de coronavirus irrumpiera en nuestras vidas y paralizara, también, el desarrollo de una actividad que esta semana cumple 25 años entre nosotros.
Quien iba a imaginarse que la idea aparentemente descabellada de unas pocas familias de la Isla de crear una colla castellera en Mallorca prosperaría, se enraizaría y llegaría a alcanzar cotas destacadas, reconocidas incluso en las tierras catalanas donde esta práctica con componente cultural y deportivo nació hace siglos.
Este pasado miércoles las redes sociales de los Castellers de Mallorca recordaron una efeméride destacada: el 25 aniversario del primer ensayo celebrado en febrero de 1996. Una primera toma de contacto con el fet casteller de apenas una quincena de personas marcada por la ilusión y las ganas de trabajar en equipo para lograr un objetivo común. Un recuerdo del pasado, con la intención de proyectarse hacia el futuro, que a pesar de la incertidumbre generalizada derivada de la pandemia cuenta con unas garantías casi aseguradas de perdurar en el tiempo.
La presidenta de Castellers de Mallorca, Helena Vilches, reconoce que «han sido 25 años complicados con años mejores y años no tan buenos, donde hemos alcanzado metas entre las que destacamos dos 4 de 8 carregats y toda la gama de 7 y gama alta de 7 descargada».
«Por desgracia este 2021 no podemos celebrar nuestro primer cuarto de siglo pero ya llevamos meses preparando la celebración que esperamos llevar a cabo el próximo año 2022. Esperamos poder contar con el apoyo de muchas entidades públicas y privadas de la Isla en esta gran celebración, e implicar a asociaciones culturales para poder ofrecer a la ciudad y a toda Mallorca un evento único que será recordado por largo tiempo».
Además, Vilches añade que «después de 25 años defendiendo esta actividad cultural Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, los Castellers de Mallorca seguimos luchando para conseguir un local social donde poder ensayar y llevar a cabo nuestra actividad».
Finalmente, la presidenta de la colla grana agradece «a todas las personas, entidades y asociaciones que nos han dado su apoyo durante todos estos años y sobre todo, a todos los miembros que han formado parte de nuestra entidad», que en dos décadas y media se cuentan por centenares.