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Laura Pons: «La ilusión no hay que perderla jamás»

Laura Pons, en la casa familiar de Campanet. | Esteban Mercer

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La mallorquina Laura Pons, casada desde junio de 2015 con el financiero Francisco Gordillo en una boda que se recuerda por su elegancia y la de sus invitados, muchos de ellos caras habituales de las revistas de sociedad, nos recibe en la casa de sus padres donde la pilló el confinamiento y donde decidió pasar todo el verano junto a su marido tras muchos años viviendo fuera de la Isla. Prepara con ilusión su vuelta al trabajo y a su casa de Madrid con vistas al Retiro, donde es feliz, aunque como todos los mallorquines siempre acaba volviendo a la tierra que la vio nacer. Francisco Gordillo, hijo del hombre «que descubrió a Raphael, a Manuel Alejandro, quien rompió el contrato de Marisol con los Goyanes o abrió el mercado de la música española al mercado latinoamericano», está con ella, pendiente de su pareja en todo momento. Han sido una de las parejas del verano más extraño de la historia.

¿Quién es Laura Pons García de Castrillón?

–Española, mallorquina, sin hijos pero madrasta y encantada de serlo, casada, libre, feliz y diseñadora de Claudine Handbags. Mis bolsos, que triunfaron en tiempo récord, quizás sean mi mejor carta de presentación.

¿Cómo ha sido y vivido su reencuentro con la Isla?

–El confinamiento nos pilló en Mallorca en marzo. Hacía años que no vivía tantos meses seguidos con mi familia y en la Isla. Los primeros meses fueron duros por la situación actual, aunque he sido una privilegiada pudiendo pasar el confinamiento en Campanet y en familia. El verano ha sido muy tranquilo, viendo a un grupo muy reducido de amigos pero he disfrutado al máximo de las pequeñas escapadas y de Mallorca. Después de seis meses en la Isla, me apetece volver a mi rutina, y como dicen ahora, a la ‘nueva normalidad', poder desarrollar nuevos proyectos desde las limitaciones que tenemos actualmente.

¿Usted también se está reinventando?

–Si, no nos queda otra... Lancé mi marca en el año 2013 y ahora toca un cambio. Siempre con la misma esencia e ilusión, porque la ilusión no hay que perderla jamás, por dura que sea la situación. Creo que hay que adaptarse.

Sus bolsos y carteras de mano han sido copiados hasta la extenuación. ¿A qué se refiere cuando dice adaptarse?

–Seguiré con los básicos, el clutch y el shopping bag personalizados y en series limitadas, pero haré nuevos modelos. Y una primera colección que no te puedo contar mucho, que si no me vuelven a copiar. Y sí, siento algo que está entre el orgullo por una parte y la rabia por otra. Pero al final si te copian es porque les gusta lo que haces y tienen poca imaginación. Es un cumplido, ya lo decía Chanel, solo copian a los buenos, y a ella se hartaron de copiarla, tanto que creó un estilo propio inconfundible. Esto es el éxito.

Usted es una de las personas mejor relacionadas socialmente, tanto en España como en el extranjero. ¿Cómo se hace para sobrevivir en la alta sociedad?

–Soy yo misma esté donde esté, eso te hace la vida mucho más fácil. Debe ser muy difícil y triste intentar aparentar ser alguien que no se es.

¿Qué es tener estilo?

–Ser uno mismo, conocerse, saber lo que te favorece, y para mí algo fundamental, no seguir la moda a rajatabla. Al final, dejarte llevar por tu personalidad y no caer en ser una editorial de moda con patas o andante. Al final tener estilo es algo muy personal que nace de dentro y se exterioriza, no se trata de seguir la moda, si no de crearla.

¿Ética o estética?

–Me gusta la estética, siempre acompañada de la naturalidad.

En cambio a usted, como a mi, le gusta la teatralidad, la puesta en escena muy cuidada.

–Eso siempre... Cuando estoy rodeada de una estética equilibrada me siento cómoda, estoy muy a gusto, equilibrada.

¿Quién le ha hecho especial ilusión que tenga un Claudine?

–Todas las clientas son especiales, pero si tuviera que elegir una, y más en estos momentos, a doña Sofía y la reina Letizia. Doña Sofía tiene un clutch de terciopelo con su nombre bordado en griego, y la Reina, con una L en dorado. Se las regalaron en Navidad.

¿Cambiaría algo del estilo de la reina Letizia? Es un icono de moda en medio mundo.

–Hombre, es un cañón, se cuida y está estupenda, pero echo en falta un poco más de fantasía y creatividad, aunque entiendo que en su posición no es fácil. Me encantaría que luciera un punto más sofisticado. Ella es la Reina, que se note.

Hablemos de su vida privada. ¿Cómo lleva el estar casada y a veces ser señora de Gordillo?. Vuestra boda fue preciosa.

–(Suspira). Me encanta compartir mi vida con Fran, somos muy diferentes pero nos acoplamos perfectamente. Tengo unos recuerdos preciosos de nuestra boda, fue todo tan bonito... Nuestros amigos nos llaman los GordiPons.

Él es hijo del que fuera mánager y descubridor de grandes estrellas de este país, como Raphael. ¿Cómo es ese mundo desde dentro ahora que puede husmearlo un poco?

–Es un mundo fascinante, no paro de oír historias interesantes de gente con vidas únicas. No conocí a mi suegro pero me habría encantado.

Y a usted ¿Qué persona le ha influido más

–No ha sido una persona en sí, si no todo lo vivido; viajes, experiencias, conversaciones y situaciones que te hacen madurar de forma radical.

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