Fue un visto y no visto. Tras casi doce horas esperando la llegada de los Reyes a Marivent, finalmente entraron por su puerta principal junto a sus hijas en un coche azul conducido por Felipe VI. En esta ocasión, hubo un fugaz corte de tráfico.
Faltó una mínima señal que indicara la llegada al palacio para que los medios de comunicación pudieran prepararse. Algunos periodistas se quedaron sin poder captar la imagen, tras haber hecho guardia durante todo el día.
El programa de Ana Rosa, de Telecinco, fue el primero en realizar un directo desde la puerta del Palacio de Marivent. A medida que fue avanzando la mañana fueron llegando hasta el lugar más cámaras y periodistas, tanto nacionales como locales y extranjeros. Los rumores fueron constantes durante toda la jornada ante la nula información de Casa Real sobre la llegada de los Reyes. Don Felipe, al volante, y en el asiento del copiloto la princesa Leonor, saludaron al llegar ante las cámaras de los periodistas. Detrás, doña Letizia y la infanta Sofía, quienes por cristales tintados, y al no bajar la ventanilla, prácticamente no se las vio.
Constante
A lo largo del día, la afluencia de coches de seguridad y personal de Marivent fue constante, entrando y saliendo por la puerta de servicio. A media mañana, dos empleados del palacio salieron, pala y escoba en mano, y se pusieron a barrer la puerta principal, lo que hacía prever que posiblemente los Reyes entrasen por allí. Es una entrada que, en los últimos años, se ha mantenido cerrada, ya que lo hacían por la puerta de atrás.
Por la tarde, los vecinos comenzaron a coger posición en bordillos y aceras preguntando a los periodistas a qué hora llegaban los Reyes. Algunos rumores señalaban que don Felipe llegaría antes a Mallorca y, posteriormente, su esposa, junto a la princesa Leonor y la infanta Sofía. Vuelos separados por motivos de seguridad. Algo que pudo suceder.
Presumiblemente, el Rey esperó la llegada de su mujer e hijas para realizar la entrada a palacio todos juntos debido al interés mediático en la última semana. La llegada fue fugaz y el público no pudo prácticamente reaccionar para encender sus móviles.
Los periodistas más veteranos, llegados de la Península y que han cubierto durante años el verano real en Mallorca, se alegraron de que se recupere la puerta principal de Marivent.