La vacuna contra el coronavirus SARS-CoV-2 (causante de la COVID-19) desarrollada por la estadounidense Novavax ha mostrado respuesta inmune positiva, pese a que generó efectos secundarios moderados en la mayoría de participantes, informó la empresa en un comunicado.
Los datos de la vacuna experimental son aún parte de la fase 1 y 2 de pruebas clínicas, por lo que son muy preliminares, además de haber sido publicados pero aún no revisados por parte de la comunidad científica.
Las pruebas se hicieron a 130 voluntarios sanos y todos los que recibieron la vacuna y no el placebo desarrollaron anticuerpos contra el SARS-CoV-2.
La respuesta más positiva se dio en aquellos que recibieron dos dosis separadas por tres semanas, ya que desarrollaron un nivel de anticuerpos cuatro veces superiores a pacientes que se han recuperado de la enfermedad.
El 80 % de los voluntarios, reclutados en Australia, que recibieron la vacuna desarrollaron efectos secundarios, especialmente dolores, mientras que un 60% tuvo dolores de cabeza y musculares. Unos ocho llegaron a sufrir efectos «severos», pero de los que se recuperaron en unos días y no requirieron hospitalización.
Los resultados son prometedores, pero como el de otras farmacéuticas y biotecnológicas que se han sumado a la carrera para encontrar la vacuna de la COVID-19, no son aún concluyentes.
Moderna, AstraZeneca-Oxford y Pfizer están trabajando ya en reclutar 30.000 voluntarios cada una para iniciar la fase 3 y definitiva de las pruebas clínicas que determinen la eficacia y seguridad de la vacuna y permita que los reguladores autoricen su producción en masa.
Novavax, una pequeña farmacéutica de Maryland, recibió 1.600 millones de dólares para trabajar en el desarrollo de la vacuna por parte de la Operación 'Warp Speed' del Gobierno estadounidense.
«Los datos de la fase 1 demuestran que la NVX-CoV2373 es una vacuna de COVID-19 bien tolerada con un perfil inmunogenético robusto», indicó en un comunicado el presidente de Novavax, Gregory Glenn.
Novavax aseguró que se dispone a preparar la crítica fase 3 de las pruebas de la vacuna y para tener capacidad de producir 100 millones de dosis una vez autorizada su distribución entre la población.
Las acciones de la empresa se han disparado un 4.000% en lo que va de año y este martes, tras las noticias sobre los resultados de las pruebas de la vacuna de COVID-19, después del cierre de las operaciones cayeron más de un 27% para después volver a recuperarse.