La mayoría de pastelerías y hornos han notado un incremento de venta en las materias primas para elaborar las tradicionales recetas de la gastronomía mallorquina por Semana Santa. Unas fiestas de Pascua vividas de manera muy diferentes a cualquier otra, por muchos años que tengamos. Y es que el estado de alarma nos ha obligado a quedarnos en casa. Una situación en la que muchos han descubierto que en sus cocinas hay otros electrodomésticos además de la nevera o el microondas, como los fogones, hornos y vitrocerámicas.
Recuperando del fondo de la despensa o improvisando algún delantal y abasteciéndonos de las materias primas, como huevos y harina, niños y adultos buscan las recetas de panades mallorquinas, robiols, crespells y senyorets.
Una experiencia perfecta para, además de reunir a la familia entre fogones, que los más pequeños recuperen la riqueza de nuestra gastronomía más arraigada.
Con las manos en la masa
El dulce típico más elaborado estos días por los niños son los crespells, con moldes o creando originales figuras a mano, que dan forma a las deliciosas, y mal llamadas, pastas o galletas.
La receta es simple. Los crespells mallorquines se hacen con harina, manteca de cerdo, aceite de oliva, yemas de huevo, azúcar, piel de limón rallada y agua, aunque también pueden llevar zumo de naranja o leche. Los ingredientes se amasan, se les da la forma y se cuecen a horno medio. En poco tiempo se pueden disfrutar acompañados con un vaso de leche, una copa de moscatel o sencillamente a palo seco.
En casa de Amador y Olivia, sus hijas, Carlota y Jimena, se han convertido en unas auténticas cocinillas. Mientras su madre llega de trabajar en el hospital, Amador y las niñas han recopilado en internet información de las recetas típicas mallorquinas por Pascua. «Además de mirar en Google hemos hablado con las abuelas y otras mamis del grupo de amigos y estamos haciendo desde panades hasta crespells y robiols. Y salen buenísimos», comenta Amador, quien realiza teletrabajo desde casa.
Los Moyà Pedregosa tienen a sus hijos Pablo y Alejandro disfrutando de hacer estas recetas, «desde muy pequeños siempre han sentido interés por ayudar en la cocina y hacer cosas», comenta Domingo, el padre. Por otro lado, los hermanos Juan y Alicia Moyà Ruiz han hecho crespells sin ayuda de moldes. «Nos pilló el confinamiento y no pudimos comprar moldes. Así que hacemos divertidas figuras», explican.
En casa de toda una repostera y pastelera, Fanny Cladera, sus hijos han vivido y visto siempre a su madre con las manos en la masa, así que ahora, al igual que en muchos hogares, lo hacen ellos y disfrutan en familia.