El fenómeno mundial que ha revolucionado la masturbación femenina, el satisfyer, ya tiene una réplica desde la óptica masculina. Se trata de un artilugio que podría cambiar el concepto de onanismo tradicional, también para los hombres, un juguete sexual que se propone generar sensaciones hasta el momento inéditas, y que los que lo han probado mantienen que se asemeja al sexo oral.
El satisfyer para hombres, como ya se esta popularizando su denominación, cuenta ya con tres versiones, y según informa La Vanguardia «trabaja con la vibración, la textura, la presión y la temperatura. Y, por supuesto, se focaliza en la zona más sensible, el glande».
De hecho, la última generación de los succionadores para hombres utiliza el calor como complemento destacado. Sus catorce programas de vibración y sus cabezales de diferentes texturas pueden combinarse para generar sensaciones diferentes, y se sirve de un sistema de vacío para producir mayor o menor presión sobre el pene.
No solo basta con colocarlo, sino que el hombre debe moverlo, como si se masturbara, aunque obviamente el resultado es diferente.
Otra de sus características es la impermeabilidad, por lo que podría utilizarse, por ejemplo, en la ducha, y además cuenta con una batería recargable USB.