Se está convirtiendo en el producto estrella de estas navidades. Un hecho curioso si se tiene en cuenta que ni es una novedad, pues lleva años en el mercado, ni se le ha hecho ninguna campaña publicitaria. El succionador de clítoris Satisfyer se agota cada vez que sale al mercado pero ¿es ésta una buena o una mala noticia?
■ Este es el juguete sexual que triunfa entre las mujeres
El lado positivo es que «ha sido una revolución el poder hablar de esto, antes las mujeres escondían el vibrador y ahora lo cuelgan en Instagram, que también se nos va de las manos...», explica la psicóloga y sexóloga Susana Ivorra. «Los hombres siempre han hablado de masturbación y ahora nosotras también nos masturbamos y esto es maravilloso», añade.
Claudia Marcos, gerente de una boutique sensual con su mismo nombre, lleva quince años en el mercado de los juguetes eróticos, en el que empezó de la mano de la Maleta diez. «Nunca habíamos visto un fenómeno como éste. Lo tenemos desde hace cuatro años y de repente se ha puesto de moda por el boca boca y por las redes y desde hace dos o tres meses hay una especie de locura. Los fabricantes no dan abasto y este misma semana -por la pasada- han llegado 50 y me quedan 15. Hay gente que se los lleva de dos en dos », relata.
Explica Marcos que la clave es sencilla «dicen que manualmente nos estimulamos el 10 % del clítoris, con un vibrador un 25, y el Satifyer llega al 75 % de estimulación, también zona interna».
Aseguran que no todas las mujeres lo disfrutan por igual pero en general es efectivo «al tratarse de una estimulación muy concreta», añade la sexóloga.
Sin embargo, como todo, no es bueno en exceso. «Es equiparable al porno. Si la estimulación externa es puntual puede ser una experiencia potente, pero si es la única manera que tienes de masturbarte necesitas subir cada vez más la intensidad», explica Susana Ivorra. «Como en la vida real no todo tiene tanta intensidad y nos encontraremos a hombres y mujeres a quien les costará excitarse porque se han pasado con el uso del porno, del vibrador o de un juguete sexual», afirma.
La conclusión es que el uso de un succionador de clítoris, así como de cualquier estimulador ajeno al cuerpo es que hay que dosificarlo. «Recomendamos no usarlo siempre. Un día me masturbo con la mano, otro con el vibrador y al siguiente de una manera distinta porque te acostumbras a todo. Hay que cambiar de postura y de hábitos», añade la experta.
Y es que Satisfyer puede ser una arma de doble filo, asegura Claudia Marcos, que regenta una tienda especializada. «Podemos tener un orgasmo tras otro pero no consiste en eso», critica. «El orgasmo es un momento en que se mueve mucha energía, no es como tirarse el pedo. Hay que controlar y canalizar la energía sexual del orgasmo a todo el cuerpo», recomienda.
Lo cierto es que su uso está tan extendido que cada vez hay menos tabúes sobre los juguetes sexuales. No sólo inundan las redes, comercios como Primor ya han incorporado secciones específicas e incluso los artistas gráficos los dibujan en las viñetas de sus cómics.
En dos meses las búsquedas ‘on line' han subido casi un 500 %
Según datos del comparador de precios idealo.es la segunda versión del Satisfyer, ‘Satisfyer Pro 2', ha aumentado desde septiembre a diciembre un 497 % su número de búsquedas. Este juguete erótico tan popular entre las mujeres fue creado por Michael Lenke, inventor estadounidense que tras leer en un artículo que la mitad de las mujeres tienen problemas para alcanzar el orgasmo dedicó sus esfuerzos en poner fin a esta situación y mejorar el placer femenino. Las redes sociales y el boca a boca son la principal causa de que el éxito se haya extendido como la pólvora.