Aunque oficialmente la temporada termina a final de este mes de octubre, las playas y calas de toda Mallorca continúan registrando una gran afluencia de turistas y residentes. «Todo depende del buen tiempo y las agradables temperaturas», comenta un socorrista de la playa de es Trenc, donde las algas siguen invadiendo gran parte de la playa. Una playa, la de es Trenc, que es de las más buscadas en Google por turistas extranjeros y nacionales de vacaciones en Mallorca.
Los 23 grados de temperatura al sol desaniman a algunos a darse el último y refrescante chapuzón del año. «El agua está algo fría para bañarme, pero me encanta venir en esta época del año para tomar el sol, leer y pasear por la orilla de la playa» confiesan Javier López y su mujer, Adela, quienes añaden: «Es la cuarta vez que venimos a Mallorca a mediados de octubre, antes de que los hoteles de la costa cierren la temporada».
A lo largo de los casi tres kilómetros de playa, el paisaje, dependiendo de la hora del día, cambia y el turismo de familia que llegó por la mañana deja paso a parejas de enamorados o grupos de jóvenes a primera hora de la tarde, como el llegado desde Argentina. «Somos compañeros de trabajo, –comenta una de las portavoces, quienes no quieren desvelar la empresa multinacional en la que trabajan–. Después de las charlas de trabajo podemos disfrutar de conocer las playas y calas, pero también la noche mallorquina». El grupo destaca su visita a Caló des Moro, otro de los idílicos destinos al que peregrinan miles de personas en temporada alta y al que, si el buen tiempo acompaña, siguen acudiendo muchos turistas incluso en invierno y también primavera. «He venido a ver a una amiga», comenta Ana, de Madrid, quien charla sobre una roca, frente al mar, con su anfitriona, Nuria, de Alaró. «Este es uno de los mejores momentos para disfrutar de la tranquilidad y del buen tiempo en la Isla. Incluso en julio y agosto yo me marcho», asegura Nuria, que recomienda Cala Magraner y Cala Tuent. «También son muy aconsejables visitarlas en esta época del año».
Y es que quien tiene un amigo en Mallorca tiene un tesoro, como Vanesa Sánchez, de Sevilla, que también ha venido a pasar unos días junto a una amiga de Almería, Marisa Ruiz, que vive en la Isla. Ambas se broncean sobre la arena de la Platja de Palma. «Me gusta venir entre septiembre y octubre porque así no hay tanta gente en las playas y aún están todos los restaurantes de costa abiertos».
Precisamente la Platja de Palma es uno de los destinos que más nota el bajón de los bañistas durante estos días. Sin embargo, los socorristas no finalizan la temporada hasta final de mes, con el ocaso de la temporada.
Cada vez son más los visitantes que optan por venir a Mallorca fuera de temporada alta, como Iván y Marta, una pareja natural de la isla de Madeira, en Portugal, y que vive en Londres. «Hemos elegido Mallorca precisamente en esta época del año porque sabemos que se está más tranquilo y el buen tiempo acompaña».
A la vista está que las playas de Mallorca se convierten para muchos en un paradisíaco destino también en otoño.