David Fandila ‘el Fandi' (Granada, 1981) sustituirá al lesionado Andrés Roca Rey en la corrida de toros que se celebrará el próximo viernes, día 9, en lo que será la celebración del 90 aniversario del Coliseo balear. Compartirá cartel con Morante de la Puebla, El Juli y José María Manzanares, con toros de Juan Pedro Domecq. El paseíllo está previsto a las 21.30 horas.
Le pillamos en el aeropuerto de Barajas-Adolfo Suárez rumbo a América.
—Sí, me voy a Perú a torear dos tardes en la Feria de Celendín.
Y a su regreso, la corrida de Palma, que tiene un componente especial.
—Sin duda. Todo lo que ha pasado lo hemos vivido con frustración, pero ahora con la ilusión que hay en Palma por el regreso. Es un espectáculo público y el que quiera que vaya y el que no, pues que no acuda, pero sin prohibiciones.
Usted ya desde niño tenía claro que iba para torero.
—Sí, mi padre era banderillero y en mi casa siempre se ha vivido este ambiente. Siendo muy pequeño ya jugaba con trapos que los convertía en muletas y practicaba la suerte de banderillas.
¿Ya le ha perdonado su madre el haber destrozado los cojines de los sillones?
—Ja,ja,ja. Sí, claro que sí. Era el típico niño revoltoso e inquieto. A mí me daba por practicar las banderillas en casa y a otros niños les daba por otra cosa, pero sin malicia. Cosas de críos.
Lleva 19 años como matador de toros. ¿Qué le motiva para seguir saliendo al ruedo a jugarse la vida?
—El cariño de la gente, que es increíble. Además, aún hay muchas cosas que se pueden mejorar y esa ilusión de seguir creciendo en esta profesión tan bonita hace que cada día me levante con ganas de mejorar.
¿Ha tenido en estos últimos años muchas discusiones con personas antitaurinas?
—Con el antitaurino cerrado se puede discutir muy poco porque si ellos se creen que tienen la verdad absoluta y nos llaman asesinos poco margen queda para confrontar ideas .
¿Le da rabia que a los toreros banderilleros se les haya valorado menos en la faena de muleta?
—Bueno, es cierto que en diversos casos ha sido así, sobre todo cuando se montaban las corridas donde todos los toreros eran banderilleros y se encasillaban en estos carteles y les impedían torear con otros compañeros. Pero también está el caso de Paquirri, que ha sido uno de los matadores más dominadores de su generación, y banderilleaba también.
¿Qué balance hace de todas estas temporadas en los primeros puestos de escalafón?
—Bueno, he conseguido mucho más de lo que imaginé cuando era pequeño. Yo soñaba con ser torero y tomar la alternativa, pero nunca me he marcado metas.
De joven fue una gran promesa en el mundo del ski. ¿Continúa practicándolo?
—Muy de vez en cuando y en plan mucho más tranquilo. Ahora me tira más el campo.
¿Qué recuerdos tiene de Mallorca?
—Muy buenos, tanto de matador como de turista. Tenéis una isla preciosa.