Cuando se han cumplido más 30 años del último vuelo del avión Convair CV 990 Coronado, de Spantax, único superviviente de la flota que fue protagonista del boom turístico en Mallorca, soplan aires de esperanza para su conservación. La asociación Amics de Son Sant Joan realizó la pasada semana una visita al aparato para mostrar los trabajos que se han realizado últimamente para su futura conservación. El fuselaje evidencia el paso del tiempo a la intemperie y con daños en la cola.
Las turbinas están intactas aunque con un rastro de óxido. Los cristales de la cabina muestran roturas y los neumáticos están sin aire. Pero una escalerilla todavía recrea la sensación del viaje a la hora de acceder a bordo. Al traspasar la portezuela, una sensación de sorpresa sobrecoge al visitante al observar una sala de butacas en muy buen estado tanto a nivel de tapizado como de moqueta y con las ventanillas cada una con su correspondiente cortinilla.
Aquí, el tiempo casi parece haberse detenido en los años 60, entre los típicos alojamientos para el equipaje de mano, la cocina, y los baños, todo en colores pastel muy de la época. La cabina por desgracia pasó por un tiempo en que los coleccionistas de los relojes y demás indicadores y mandos quisieron llevárselos de recuerdo. Parte de ellos han sido repuestos pero aquí queda bastante por hacer.
Este avión, indica Javier Rodríguez al frente de la asociación, es parte de la historia de la Isla y por ello fue declarado Bien de Interés Cultural. Y es, que esta iniciativa lleva ya más de diez años de esfuerzos para evitar su desguace. Entonces, familiares de antiguos empleados de la aerolínea –este año cumpliría 60 años–, empezaron una campaña destinada a asegurar la conservación del aparato, construido en una serie ensamblada entre 1961 y 1963.
Fue entonces cuando este icono de los cielos, uno de los reactores más rápidos de la época, con una velocidad de vuelo próxima a los mil kilómetros por hora, levantó el vuelo en EEUU y en 1967 pasó a formar parte de la flota de la emblemática primera compañía charter creada en España y con base en Mallorca.
Al quebrar Spantax, el aparato quedó aparcado en la zona militar del aeropuerto, pasando en consecuencia a depender de la jurisdicción militar del Ejército del Aire, tras largos años de abandono. Cerca sucumbieron sus once hermanos de flota, desguazados con décadas de deterioro.
Para la asociación sin embargo, su futuro pasa por AENA, ya que su deseo consiste en colocarlo cerca de la estación de bomberos para distintos usos. Se indica que podría acoger desde un centro de Formación Profesional a constituirse como un elemento emblemático del aeropuerto civil, siendo parte de su historia desde los años 60 a los 80. Solo quedan cuatro aviones Convair en el mundo, precursores en el transporte chárter a reacción en España. Este ejemplar es parte de la historia de Mallorca.