Agustín Aguiló, sus amigos le llamanGus, estuvo la semana pasada en La Voz Senior, cantando un tema nada fácil: You are the sunshine of my life («Has sido muy valiente eligiendo esta canción», le dijo Bisbal).
No logró que los coachers se giraran, a pesar de que los impresionó con su voz y con su forma de ser, cercano, amable y muy directo.
Consiguió actuar una única vez en el programa tras superar tres casting, a los que se presentaron 4.000 aspirantes, entre ellos muchos cantantes profesionales, mientras que para él iba a ser la primera vez que cantaba en público. Confesó que «ha sido un gran divertimento» y anunció «que lo voy a seguir haciendo».
Domina el escenario
Su profesora de canto en Palma es la soprano Lili Pereiro. «Es mi profesora de canto – dijo-. Gracias a ella he llegado a notas agudas que jamás pensé que podría alcanzar. Y además de mi profesora de canto, es mi terapeuta musical ¿Que por qué? Mire, cada uno tiene un talento innato – hace una breve pausa, bebe de la copa de champán que ha pedido, y continua-: Yo tenía una buena bicicleta, pero desconocía que tuviera marchas, por lo que no podía mejorar su rendimiento. Pero gracias a Lili, no solo supe que tenía esas marchas, sino que, además, me enseñó a ponerlas».
Gus es un caballero, virtud que también saca en el escenario. Y una vez en él, lo domina, se desenvuelve con mucha soltura y no le impresiona estar ahí, como tampoco le sobrecoge saber que va ser juzgado por cantantes reconocidos internacionalmente.
Bromea y dice que suele cantar, formando duetos, con Frank Sinatra o Perry Como, entre otros. «Sí, es cuando conduzco. Pongo el DVD y canto con ellos, a dúo».
Para Gus, «la música es el arte con el que mejor puedes expresar tus sentimientos. Porque cuando cantas, y sientes lo que cantas, tienes la sensación de que estás en otra dimensión».
En otro momento de la conversación, confiesa que fue a La Voz Senior «porque viendo la tele, apareció lo del casting, y mi hija, que es solista de la Compañía Nacional de Danza, me dijo: «Ya no tienes excusa». Luego se lo consulté a mi profesora de canto -que sigue atenta a la conversación que mantenemos-, y me animó a que me presentara, igual que el resto de mi familia. También, si fui, fue por mi nieta, a la que adoro. Ella tendrá un recuerdo de su abuelo viendo el vídeo, lo cual me emociona».