La urbanización de El Toro acogió este domingo la primera edición de Isla Race, un circuito de carrera de obstáculos (OCR) organizada por la Asociación Deportiva Goat Sports, con la colaboración del Ajuntament de Calvià y Port Adriano.
El mal tiempo y las intensas precipitaciones, sobre todo a primera hora de la mañana y durante las tandas iniciales de corredores, complicaron el extenso circuito de pruebas. Pese a eso, y aunque la lluvia y el frío menguasen la asistencia de público, también dotaron a la carrera de tintes épicos, convirtiéndose en una experiencia difícil de olvidar para aquellos valientes que se atrevieron a participar. A media mañana el tiempo amainó y, a ratos, el sol acompañó a los deportistas.
«Somos un grupo que competimos en este tipo de carreras a nivel nacional e internacional. Viendo el crecimiento de este deporte y la poca oferta que existe en la Isla, cosa que nos obliga a desplazarnos a carreras en la Península o el resto de Europa, decidimos poner en marcha nuestra idea como residentes en Calvià y conocedores del potencial de la zona», afirmó Óscar Cucarella, uno de los organizadores de Isla Race y miembro de Goat Sports.
La carrera contó con dos pruebas, de 6 y 12 kilómetros, además de la exigente modalidad élite, con más de 40 obstáculos distribuidos a lo largo del recorrido.
La lluvia, el barro, los muros, las vallas o la escalada en cuerda pusieron a prueba la fuerza, resistencia y el compañerismo de los participantes, que, con tal de evitar los 30 burpees de castigo, se dejaron la piel para lograr superar las distintos obstáculos. Algunos lo hicieron de forma literal. Las caídas, los golpes o el alambre de espino bajo el que tuvieron que arrastrarse causaron heridas leves a algún participante, que fue atendido por los equipos sanitarios en la línea de meta.
En la Isla Race destacó también la participación de la ‘tanda ocra', formada por miembros de la Asociación de Deportes de Obstáculos Española, procedentes de distintos puntos, como Madrid o A Coruña, además de algunos isleños, que compiten en la Liga Nacional OCR. Pese a la jornada de desgaste físico y mental, algunos participantes se sumaron a la fiesta ‘post-carrera', celebrada en el Social Club Mallorca.