Meghan Markle no deja de ser noticia. Poco después de conocer que la duquesa de Sussex espera su primer hijo, y en consecuencia amoldar su agenda personal a esa nueva situación, la pareja emprendió un viaje oficial a Toga, en el marco de una gira por las islas Fiji. Fue allí donde los fotógrafos dieron con una imagen curiosa, que se ha compartido mucho en las redes sociales.
Markle deslumbró a todos nada más descender por la escalinata del avión junto a su esposo, el príncipe Harry, con un vestido rojo intenso, manga larga y falda midi firmado por la marca Self-Portrait. Solo se le olvidó un detalle: cortarle la etiqueta.
La prensa británica, que ha analizado con detalle la escena, indica sobre el vestido que refleja los colores de la bandera del país, y su precio se establece sobre los 400 euros. Como apunta alguien más abajo en clave de broma, puede que estuviera pensando en devolver el vestido.