Románticas vacaciones las que están pasando la actriz norteamericana Sharon Stone y su novio, el inversor inmobiliario Angelo Boffa, en Mallorca. La pareja, que disfrutó el pasado fin de semana de jornadas en alta mar –«fin de semana en el paraíso», confesaba Stone en su Instagram–, sigue viviendo su particular luna de miel. Lejos de quedarse a disfrutar de los lujosos placeres y confort del hotel donde se alojan, Sharon y Angelo han querido conocer en profundidad la Isla.
Para su último día de estancia decidieron dar un paseo como dos turistas más por el centro de Palma, con el consiguiente riesgo de que la gente les reconociera. Pero en realidad nadie les molestó y muy pocos –se podrían contar con los dedos de una mano– les reconocieron. La pareja, que llegó en taxi, estuvo viendo la Lonja y decidieron comer en el restaurante Caballito de Mar, donde pidieron tártaro de atún, pan bao con salmón y lubina a la brasa, todo ello acompañado de una botella de agua con gas.
Eran cerca de las cuatro y la pareja, que se quedó sola en la terraza, disfrutó como dos enamorados. Sharon, que ocultaba su rostro bajo unas gafas de sol, mostraba una gran satisfacción cada vez que probaba algo de la comida y el sol salía tras las nubes, como si bañase su rostro con sus rayos.
Tras el placentero almuerzo, Sharon se levantó para ir al servicio y mientras Angelo pagó la factura y le preguntó al maitre por algunos lugares para pasear. Al salir de Caballito de Mar se encaminaron hacia el Parc de la Mar cogidos de la mano y sin que la gente se dieran cuenta de que junto a ellos paseaba la actriz de Hollywood y protagonista de películas como Instinto Básico, Desafío Total, Casino, Sliver y hasta 43 trabajos más, junto a grandes actores y actrices de la meca del cine.
Precisamente, Sharon Stone además de una reconocida actriz es una excelente productora y modelo. Una mujer bellísima y elegante que además cuenta con uno de los coeficientes de inteligencias más altos de Hollywood, 150.
Durante su largo paseo por el Parc de la Mar, Sharon reconoció el mural obra del artista Joan Miro que se encuentra tapado por unas gradas desmontables y donde quiso hacerse unas fotos. Angelo miraba como si no supiese lo que tenía delante, pero accedió a que primero su chica le hiciera fotos y luego ella posara como un ángel junto a la obra.
Sharon radiaba felicidad y no podía ocultar su amor por el italiano. Se sentaron en unos de los bancos frente a la Seu y contemplaron la Catedral, donde Sharon aprovechó para contestar algunos wasaps en su teléfono y elegía algunas de las fotos que se había hecho. Luego decidieron subirse a una calesa y Sion, chófer que también ha paseado a la reina Sofía y otros famosos, les enseñó los callejones del centro y principales calles, con las correspondientes explicaciones de fachadas, plazas y lugares de interés.
Al caer la tarde, la pareja regresó al hotel para pasar, posiblemente su última noche en Mallorca, donde deja una romántica e inolvidable huella.