Ya no queda ni un cisne en el estanque de s’Hort del Rei y así será por tiempo indefinido. El último, un macho que ‘enviudó’ hace año y medio, ha sido trasladado al centro sanitario de protección animal de Son Reus, donde vive con las crías que tuvo hace tres años. ¿El motivo?, las dificultades para mantener limpio el estanque (nada de lejía por la presencia de animales) y la necesidad de disponer de vigilancia ante la cantidad de comida que los visitantes tiraban a sus aguas.
El último cisne llevaba solo en s’Hort del Rei desde agosto de 2016, «algo que tampoco era bueno para él. Pero lo más difícil es mantener limpio el estanque. Los visitantes tiraban todo tipo de alimentos (bocadillos, croissants, lechuga...) para poder hacerse un selfie con los cisnes. Eso perjudicaba al animal, además de ensuciar el espacio», afirma Pedro Morell, veterinario del centro de Son Reus.
Sin vigilancia y con el estanque sucio –a pesar de existir indicaciones que prohíben lanzar alimentos–, al Ajuntament le llovían las críticas por la suciedad. Al final, el cisne ha vuelto con sus crías al centro de protección animal, donde recibe los cuidados necesarios. La posibilidad de que regrese con ellas al estanque de s’Hort del Rei a corto plazo es del todo improbable.