La Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a dos años de cárcel a Francisco Fernández Peñalver, antiguo administrador de bienes de la artista Sara Montiel, como autor de un delito continuado de estafa.
En su sentencia, los magistrados también hacen responsable a Fernández Peñalver, en concepto de responsabilidad civil, de una indemnización a los herederos de la actriz, sus hijos Thais y Zeus, cifrada en algo más de 344.000 euros, la cifra sustraída. También deberá afrontar una multa de diez euros diarios durante ocho meses, unos 2.240 euros.
Los jueces consideran probado que Fernández Peñalver fue nombrado en mayo de 2008 administrador único de las sociedades Música y Estrellas S.L., Linche S.A y Elpi S.A. a través de las cuales gestionaba tanto la actividad profesional de Sara Montiel como su patrimonio inmobiliario.
La actriz y el administrador mantenían «una relación de confianza» a consecuencia de lo cual Sara Montiel le otorgó poderes de administración, e incluso le nombró tutor en el caso pudiera ser incapacitada.
Gracias a ello, Fernández realizó ese mismo año traspasos y disposiciones de efectivo no justificado por un importe total de 71.600 euros desde la cuenta de Música y Estrellas S.L. a otra cuenta de la que era titular.
Según la sentencia, en 2008 la Empresa Pública Don Quijote de Conmemoraciones culturales de Castilla-La Mancha S.A. firmó con Música y Estrellas S.L. un contrato por el que la actriz se comprometía a realizar catorce galas por cada una de las cuales se le abonaron 15.080 euros.
Tras la primera, el administrador se puso en contacto con la empresa pública para advertirles de que Música y Estrellas S.L. había cedido las obligaciones derivadas del contrato a 4 Ideas Marketing & Licensig S.L., sociedad de la que era administrador único.
«En total se embolsó 196.040 que, descontando los 13.650 euros que se pagaron al pianista que acompañaba a Sara Montiel y otros 5.000 euros ingresados en la cuenta de Elpi S.A, se apropió de 177.390 euros», señalan.
En 2009, en su calidad de administrador único de la sociedad Elpi S.A., alquiló dos viviendas en Madrid. Una estaba a su nombre y, según la Fiscalía, «los pagos del alquiler se los hacía a él mismo, con lo que ingresó indebidamente 5.500 euros». La otra vivienda la arrendó dicha sociedad entre los meses de julio de 2008 y septiembre de 2009 por un importe total de 10.450 euros, cantidad que fue ingresada en una cuenta del acusado.
También en su condición de administrador de Elpi, y siempre según los jueces, abrió una cuenta con un límite de 150.000 euros y garantía hipotecaria constituida sobre un apartamento de su propiedad. El acusado, posteriormente, cargó en dicha cuenta talones y ordenó transferencias que fueron abonadas a otra cuenta de la que era titular apropiándose indebidamente de 87.979,24 euros. Parte de esta cantidad (62.759) la destinó a la compra de un vehículo valorado en casi en cien mil euros.
Durante el juicio, celebrado el pasado 27 de noviembre, Francisco Fernández Peñalver defendió su inocencia y aseguró que el dinero estafado era parte de los emolumentos que le debía durante dos años.
Fernández Peñalver comenzó su declaración explicando que tenía «un confianza extrema, casi de familia» con la actriz y que, de hecho, se realizaban transferencias de dinero mutuas cuando uno de los dos pasaba por un apuro económico.
«No tenía contrato firmado, era todo verbal por la relación que teníamos», señaló el administrador, a lo que añadió: «Hacía incluso de padre de sus hijos, ¿para qué me iba a hacer un recibí?».
En relación a la cantidad que sustrajo, relató que estuvo dos años sin cobrar y que «cuando había dinero en la cuenta cobraba con el permiso de Antonia (nombre real de la actriz)». En otras ocasiones, sacaba el dinero de la cuenta en metálico para dárselo directamente a Sara, que le pedía «3.000 euros a la semana».
Además, achacó esa cantidad a las «numerosas deudas que tenía con sus amigos». «Debía mucho dinero, tenía una vida de mucho gasto y pocos ingresos», explicó Fernández Peñalver.
Por último, reconoció que la actriz tenía una cuenta en Suiza, de la que también transfirió dinero a su cuenta con su permiso.